Un bloque de once viviendas de protección oficial, con una calificación vigente durante 30 años, fue adjudicado a un fondo internacional ignorando una carga pública registrada desde 2013. Por ello, las familias afectadas y la plataforma vecinal Barrios Hartos reclaman que la Junta de Andalucía ejerza su derecho de retracto para recuperar el inmueble.

El edificio, situado en la Calle Verdad 54 del barrio sevillano de Palmete, fue adjudicado en 2019 —mediante sentencia firme— a Altamira Santander Real Estate por 532.117,14 euros. Esta sociedad, hoy gestionada dentro del grupo doValue, adquirió las viviendas por un precio muy inferior al del mercado, donde promociones similares de VPO superan actualmente los 300.000 euros por unidad.

Las once familias que residen en el bloque, muchas con menores y con reconocimiento oficial de vulnerabilidad, denuncian que nunca se garantizó su protección. La Ley Andaluza de Tanteo y Retracto en Desahucios obliga a comunicar a la Junta cualquier transmisión de una VPO, algo que en este caso no se hizo. Al no recibir la notificación, la administración perdió la oportunidad de ejercer su derecho preferente de compra y frenar así la venta al fondo especulativo.

Desde Barrios Hartos critican que la administración esté centrando sus esfuerzos en ofrecer “alternativas habitacionales”, una medida que —advierten— facilita la estrategia del fondo, interesado en desalojar el edificio para gestionarlo sin restricciones. Las familias, sin embargo, recuerdan que ya viven legalmente en viviendas protegidas y exigen que la Junta actúe para recuperar el inmueble para el parque público.

“La Junta debe ejercer el retracto y parar una operación especulativa que vulnera la función social de la vivienda protegida”, insiste la plataforma.

La plataforma Barrios Hartos a la vista de la situación reclama una intervención urgente de la Junta, la revisión completa del proceso de adjudicación y la garantía del derecho de las once familias —incluidos nueve menores— a permanecer en sus hogares. “Las VPO no pueden convertirse en el botín de fondos internacionales”.

Un edificio de viviendas de VPO en Sevilla fue adjudicado a un fondo buitre italiano ignorando su protección legal
Un edificio de viviendas de VPO en Sevilla fue adjudicado a un fondo buitre italiano ignorando su protección legal

 

Palmete, un barrio humilde de las oleadas migratorias de los años sesenta

Conocido también como Padre Pío-Palmete, el barrio más oriental y de mayor superficie -con más de 4 km²- del distrito Cerro-Amate de Sevilla. Los orígenes de Palmete se remontan a las grandes oleadas migratorias de los años sesenta, cuando miles de familias dejaron atrás el campo empujadas por el “espejismo” de prosperidad que prometían las ciudades. Así, en el borde sudeste de Sevilla empezó a tomar forma la barriada de Palmete, levantada sobre unos terrenos próximos a la depuradora de Ranilla y a lo que más tarde sería la estación de contenedores de RENFE.

Aquellas tierras, dedicadas hasta entonces al cultivo, fueron troceadas y vendidas como si de suelo urbano se tratara. El problema es que no lo eran. Se trataba de parcelas rústicas, carentes de proyecto de urbanización y sin las autorizaciones esenciales, lo que marcó desde el principio el carácter irregular —y casi clandestino— del nuevo asentamiento.

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