Aunque todavía no hay una fecha fijada en el calendario, en Andalucía ya comienzan a sonar unos redobles electorales que ponen contra las cuerdas al actual presidente, Juan Manuel Moreno Bonilla, a vista de la situación que impera en la región con la crisis de los cribados del cáncer de mama y el deterioro de la sanidad pública en general, que han provocado una merma en la credibilidad del actual inquilino de San Telmo. Las encuestas apuntan a que Moreno Bonilla lo tendrá complicado para repetir mayoría absoluta y desde los grupos de la oposición, especialmente desde el PSOE, son conscientes de ello y ya están preparando la estrategia para llevar a cabo el asalto al trono. Por ello, los socialistas han preparado sus recetas, los 'mandamientos' de María Jesús Montero, para lograr desbancar al 'popular'.
En primer lugar, fuentes socialistas destacan la pérdida de credibilidad de Moreno Bonilla y el "estilo de mentiras" que ha adoptado desde que estallase la crisis del cribado del cáncer de mama. "Se ha evidenciado un estilo político basado en fabricar mentiras, atacar a todo el mundo y culpabilizar para no asumir responsabilidades. Esto ha mostrado la cara más fea del PP", apuntan, buscando diferenciarse con la contraparte: un estilo comunicativo "sincero y cercano". Del mismo modo, los socialistas quieren apostar por la moderación con un discurso de consenso, diferenciándose de un Partido Popular y un Moreno Bonilla del que aseguran que "se ha alineado con los estilos de Ayuso y Mazón". "Ha abandonado su posición de centro y se ha desplazado hacia el ala más radical de la derecha. Este movimiento lo aleja de un espectro electoral amplio", señalan las mismas fuentes.
Por otra parte, el equipo de Montero también insiste en la importancia de hacerle frente a la crisis general de la sanidad andaluza. Definen lo ocurrido con los cribados como un "síntoma" del deterioro y no como un caso aislado, y creen que así lo hace también la ciudadanía. "La ciudadanía no percibe este hecho como un error puntual. El escándalo ha llevado a la conclusión de que la sanidad pública en Andalucía está muy mal en su conjunto, y se ha abierto un relato de deterioro estructural de los servicios públicos, que además, se contagia al resto de servicios porque sectores como educación, dependencia, 112 o Infoca han aprovechado para denunciar que su situación es incluso peor", apuntan.
La apertura de un nuevo ciclo y de nuevas oportunidades
Otro punto donde los socialistas andaluces ponen el foco es en un posible cambio de marco electoral que aspiran a liderar. Desde las filas de la formación que dirige Montero valoran que el PP se verá afectado electoralmente por la mala gestión sanitaria, dejando un espacio que han de aspirar a capitanear. "[La crisis de los cribados] ha afectado duramente al espacio electoral al que el PP se dirigía. La ciudadanía está empezando a vincular al PP con el deterioro generalizado de los servicios públicos, del que se percibe un destrozo por las políticas aplicadas", exponen.
"El PP afronta ahora un escenario complejo porque la ultraderecha amenaza con quitarle votos, por lo que ha tenido que asumir algunas posiciones más extremas. Este desgaste genera un marco completamente nuevo para las próximas elecciones en el que no se trata de perder uno o dos parlamentarios, sino de una posible transformación profunda del escenario político que pone al PP muy nervioso", valoran las mismas fuentes, que traen a la conversación el temor de los 'populares' ante la posibilidad de perder su mayoría absoluta.
"El PSOE de Andalucía es consciente de que la llegada de este nuevo ciclo depende de su capacidad de ofrecer un modelo alternativo real y un proyecto ilusionante que no solo consista en hacer oposición, sino que traiga una propuesta de gobierno. Ya contamos con la mejor candidata y se está construyendo el mejor proyecto con la ciudadanía, y todo dependerá de cómo se pueda movilizar al electorado progresista", añaden, poniendo el foco en los votantes de marcada izquierda.
La tensión a la izquierda del PSOE
En este sentido, los socialistas señalan la elevada competitividad a su izquierda en el espectro político, con numerosas formaciones (Sumar, IU, Adelante Andalucía, Podemos) ante las que todavía es desconocida la manera en la que concurrirán a las urnas y ya conocidos son sus desencuentros históricos. "Hay tensión electoral y competitividad entre las fuerzas a la izquierda del PSOE, que puede favorecer la movilización del electorado que en otras ocasiones se abstuvo", leen desde las posiciones centrales del espectro.
Por ello, valoran que el PSOE puede presentarse como "el voto útil de la izquierda". "El electorado puede percibir que votar a fuerzas minoritarias es arriesgar la capacidad de influencia. El PSOE, como fuerza de gobierno a nivel nacional, ha demostrado aplicar políticas progresistas que pueden atraer ese voto, y María Jesús Montero es vista como un valor para aglutinar ese espacio por su perfil progresista", sentencian, valiéndose como argumento para ello de un programa centrado en los servicios públicos y en las políticas sociales.
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