El manifiesto redactado afirma entre otras cosas que "El acuerdo de intereses que han alcanzado la Caixa y el Ayuntamiento de Sevilla para enterrar este proyecto cultural, en el que se ha invertido durante los últimos años talento, dinero e ilusiones, y que es acorde a la legalidad patrimonial, supone una grave pérdida colectiva que la ciudad, los ciudadanos, no pueden aceptar en los tiempos que corren, en los que la mirada de Sevilla debe abrirse al mundo más que nunca".

Manifiesto por el Caixaforum Atarazanas

Una ciudad es la obra de arte más compleja que existe. Una creación humana en la que
intervienen la historia, la geografía, el azar y la economía. El verdadero hogar de nuestra civilización. Las ciudades están hechas de una materia intangible y preciosa: el tiempo. Por eso no puede entenderse el concepto urbano, y por tanto el propio sentido de la ciudadanía, sin concebir a las ciudades, Sevilla en este caso, como un proceso de índole colectiva: un caudal constante en el que el pasado enriquece el presente y, de esta forma, lo proyecta hacia el futuro.

El proyecto de revitalización de las Reales Atarazanas de Sevilla para albergar el centro cultural CaixaFórum es un magnífico ejemplo de cómo lograr este difícil equilibrio: una propuesta arquitectónica de calidad, concebida desde un profundo conocimiento de la ciudad, que pretende rescatar uno de los edificios históricos más importantes de la capital de Andalucía para devolvérselo a los ciudadanos a través de un contenedor cultural que, al tiempo que respeta la herencia secular de la ciudad, pretende potenciarla para incorporarla al mundo contemporáneo.

El acuerdo de intereses que han alcanzado la Caixa y el Ayuntamiento de Sevilla para enterrar este proyecto cultural, en el que se ha invertido durante los últimos años talento, dinero e ilusiones, y que es acorde a la legalidad patrimonial, supone una grave pérdida colectiva que la ciudad, los ciudadanos, no pueden aceptar en los tiempos que corren, en los que la mirada de Sevilla debe abrirse al mundo más que nunca. Dicho acuerdo, que responde exclusivamente a intereses partidarios, además de haberse producido a espaldas de los ciudadanos, sin respeto a la normativa y en evidente incoherencia con los compromisos públicos de los máximos responsables de ambas instituciones, condena a las Atarazanas a su progresivo deterioro y resta a Sevilla un nuevo espacio público configurado sobre la traza del antiguo astillero medieval de la ciudad. En consecuencia, los ciudadanos firmantes:

RECLAMAMOS
1. Que tanto la Caixa como el Ayuntamiento desistan de su decisión de dejar morir el proyecto Caixafórum Atarazanas
2. Que ambas instituciones, en beneficio de los intereses de los sevillanos, no dejen perder la inversión privada comprometida para rehabilitar las Atarazanas y crear un nuevo equipamiento cultural en el barrio de El Arenal
3. Que ambas entidades dejen de actuar pensando exclusivamente en sus intereses políticos y
económicos y tengan en cuenta un bien mayor: que la mayoría de los sevillanos apoya, respalda y desea que en las Atarazanas se construya un centro cultural de vanguardia, respetuoso con el patrimonio y capaz de configurar un espacio de convivencia basado en el diálogo y la cultura.