El calor especialmente sofocante en algunas partes de España es noticia cada vez que llega estas fechas, en tanto en cuanto cada año se adelantan más las temperaturas extremas. Pero, por encima de ello, lo que más preocupa es la inacción, año sí y año también, frente a esta situación.
Andalucía siempre es un ejemplo de ello, y es que en la comunidad del sur las madres, padres, las AMPAS y el resto de los damnificados llevan años exigiendo que la Ley de Bioclimatización aprobada hace tres años alcance todos los centros educativos. Algunos espacios, como Escuelas de Calor -que debe su nombre a la protesta por esta cuestión- lamentan que la situación, tal y como se conoce ahora se repite, al menos, desde 2017. “Seguiremos hasta verla aplicada en todos los centros educativos de Andalucía, por mucho que nos quieran achicharrar”, esgrimían hace unos días.
Las quejas, que también llegan a ElPlural.com son totalmente lícitas atendiendo a los números que registran algunas aulas. Tal y como ha podido comprobar este periódico de fuentes conocedoras de la situación, los termómetros de algunos lugares alcanzan hasta los 48 grados, una cifra con la que es categóricamente imposible dar clase.
A pesar de que el alumnado ya ha recibido las vacaciones, este hecho ha vuelto a producirse un año más, por lo que quienes tienen a sus hijos en un colegio andaluz han querido aprovechar los últimos coletazos para que la situación no caiga en saco roto, a ver si con ello la Junta revierten la olla a presión en la que se convierten muchas aulas con el solsticio de verano. “Moreno Bonilla lleva chaqueta y corbata en San Telmo, porque su despacho tiene aire acondicionado. El colegio de tu hijo/a no”, apuntan en declaraciones a este periódico comparando la imagen que deja el presidente en las entrevistas con la que se enfrentan los estudiantes.
Protocolo insuficiente: "Es lesivo"
El gobierno de Moreno Bonilla ha ido implementando medidas con el paso de los años para sofocar las temperaturas desmesuradas a las que se enfrentan los pequeños y adolescentes en muchos centros de la región. Una de ellas ha pasado a finales del curso 2025 porque muchas familias puedan recoger a sus hijos a las doce del mediodía para evitar que den clase en el horno en el que se transforman los edificios.
Pero esta medida no es suficiente. Así las cosas, Escuela de Calor exigía, sin éxito, que la climatización llegara a todos los centros. La plataforma, compuesta por cerca de 200 AMPAS de Sevilla y la provincia han ejecutado y llamado a las acciones de protesta, entre las que se han encontrado el siguiente lema cuando se veían obligadas a sacar a sus hijos del colegio: “Sacó a mi hija/o del colegio porque es un edificio lesivo y se incumple la Ley de Bioclimatización. Aulas sí, saunas no”.
Los partidos piden cumplir con la Ley
Desde la izquierda han pedido de forma incansable al Ejecutivo andaluz que cumpla con la normativa evidenciando que los hasta 48 grados que han alcanzado algunos termómetros han repercutido negativamente en el rendimiento académico de los estudiantes.
“El gobierno andaluz del PP tiene las competencias y la obligación de mejorar la climatización de las aulas”, señalaban desde el PSOE de Granada, por poner el ejemplo de una provincia concreta, aunque la situación se extendía a otros territorios. “Esta actuación no se puede demorar más, puesto que la emergencia climática y las olas de calor que cada año se intensifican, exigen una respuesta urgente”, explicaban.
Era el diputado provincial Manuel Martínez el que pronunciaba estas palabras, y era su formación la que recogía una moción presentaba en la diputación de Granada exigiendo acelerar la implantación de soluciones basadas en técnicas bioclimáticas y uso de energías renovables.
“La situación en muchos centros se vuelve desesperante. La realidad es que más del 70 por ciento de los colegios granadinos siguen sin bioclimatización, siguen esperando a que la Junta actúe de una vez”, denunciaba.
Asimismo, reclaman a la Junta, ya de cara a los años venideros, a elaborar un plan de actuaciones específico y con plazos concretos para la adecuación de todos los centros priorizando aquellos situados en las zonas del territorio más afectados por las altas temperaturas y con mayores carencias en materia de climatización y eficiencia energética.