A la fuerza biológica de quien posee 38 años une la madurez de quien ya ha destacado en un largo recorrido en misiones políticas de relevancia. Es Daniel Pérez, el candidato que los socialistas han presentado para intentar demoler la única y gran fortaleza municipal que le queda al PP, el Ayuntamiento de Málaga. La sexta ciudad de España dirigida por Francisco de la Torre desde el 2.000, un político que con 28 años ya fue presidente de la Diputación, luego teniente de alcalde con Celia Villalobos y desde hace 18 años, tras recibir el  regidor la vara de mando de Celia Villalobos, preside la Corporación municipal de la capital de la Costa del Sol. Ahora aspira a revalidar su mandato incluso si es necesario presidiendo el Consistorio malacitano hasta los 80 años de edad. 

Contra este navío que ya perdió la mayoría absoluta en 2015 y sobre el que ahora parece que le desequilibran aguas tormentosas y de fuertes marejadas, Daniel Pérez se enfrenta en una campaña que ya inició hace meses cuando fue elegido portavoz del grupo municipal socialista. Si fuera por el ambiente de su entorno así como la esperanza y optimismo que trasluce pareciera que está cerca de presidir la Casona del Parque. Esa es la sensación.

¿Vuelve Málaga “la Roja”?

Nos hemos citado con él y nos da a elegir entre varios sitios de su predilección. Entre ellos dos rincones en sendos barrios populares y de clase trabajadora de esa Málaga “La Roja” que fue el apelativo que en los setenta y ochenta tuvo su ciudad. Al final optamos por ir a un sitio emblemático y que Daniel Pérez piensa que hay que promocionar por su belleza e importancia, el Jardín Botánico de la Concepción. También responde el sitio a su formación académica.

Dani, que es como le conocen y todo el mundo le llama, nació en Málaga, en el famoso Hospital Carlos Haya (ahora Hospital Regional en aplicación de la Ley de Memoria Histórica), un 18 de mayo de 1980. Oriundo de Riogordo, sus padres fueron emigrantes en Cataluña que a su vuelta se establecieron en la capital en el popular Barrio de Miraflores, donde Pérez creció junto a su hermano mayor, Antonio. 

Orígenes modestos y vida sencilla

Una curiosidad de la que él hace gala es que su casa, desde que nació hasta que se independizó, se halla en el mismo edificio donde se ubica la sede del PSOE de Miraflores. Nos dice que fue en el instituto donde descubrió el amor por las Ciencias Naturales y lo que le hizo decantarse para estudiar y licenciarse en Biología por la Universidad de Málaga. Biólogo, Técnico de Laboratorio y con un máster (subraya ufano que “un máster de verdad”) sobre comunicación política. Precisamente, la política, su otra gran pasión es lo que hizo que su trabajo fin de máster fuera sobre el análisis de una campaña electoral a las municipales.

El malaguismo en sangre

Es muy habitual verlo cada vez que su equipo juega en La Rosaleda, verlo, como socio que es del Málaga Club de Fútbol desde hace ya muchos años, en compañía de su hermano disfrutando o sufriendo en el fútbol con sus amigos y con su hermano. Pero lo hace como un socio más, sin protocolos y en la cercanía que da el estar entre la gente. El malaguismo lo lleva en la sangre lo siente de verdad desde niño. De niño jugó en el Olímpica Miraflores pero pronto descubrió que sus dotes futbolísticas no eran las más adecuadas para hacer carrera en la Liga.

Daniel Pérez junto a su hermano en La Rosaleda

Cofrade del Cautivo

Es cofrade, de la Hermandad del Cautivo. Todos los Lunes Santos porta sobre sus hombros a Nuestro Padre Jesús Cautivo. Siempre va en el mismo varal, el D8 y es miembro de la Junta de Gobierno de dicha hermandad. Al igual que con el malaguismo procura tener contacto permanente con cofradías y hermandades pero también con sencillez, naturalidad y sin avisar de las cercanías protocolarias. Sin imposturas y desde el sentimiento que también le viene de pequeño.

Le preguntamos cómo es una jornada en su labor político-institucional y nos revela que se inicia muy temprano, sobre las 6 de la mañana y las suele prolongar, con visitas a barrios, hasta las 11 de la noche, casi a diario. Por eso se ganó el apelativo de Portavoz Non Stop. Sus gustos musicales son muy variados. Suele acudir a algunos conciertos y festivales musicales, como el Ojeando en Ojén. 

En un escarceo en su vida privada nos descubre que vive con su prometida, Nuria y que tienen previsto contraer matrimonio el próximo año. Se siente con ganas y percibe el apoyo de la gente además de su partido, el PSOE. No en balde como candidato obtuvo el apoyo de todos los sectores de su partido. El acto de presentación lo diseñó él y por ello se celebró en su colegio de infancia, el colegio Gibraljaire.

Antes de emprender este viaje reto fue coordinador de la Agencia del Voluntariado, Diputado Nacional en el Congreso y Delegado de la Junta de Andalucía. Tras finalizar su periplo en el congreso, se reincorporó a su puesto de trabajo donde estuvo algunos años hasta que la Presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, le ofreció ser Delegado de Salud y Políticas Sociales en la provincia de Málaga.

En las últimas elecciones con María Gámez de candidata ocupó el número 4 de la lista electoral. Por último en este perfil cogido a vuelapluma recogemos que es habitual verlo comiendo un campero en “El ciclista”, en Miraflores, el lugar favorito para comer con sus amigos del barrio.

Hablamos de política municipal que en realidad es a lo que hemos venido pero la conversación sobre las cosas sencillas, sobre la vida y sobre distintas reflexiones vitales nos deriva a este tipo de entrevista,  más enfocada al final, a lo personal.

Optimista y necesidad de cambio en Málaga

Nos comenta que está prudentemente optimista porque percibe en la calle que hay pulsión de cambio y porque el proyecto de Francisco de la Torre está “agotado” y la marca PP “quemada”. Nos comenta que Málaga arrastra importantes temas de ciudad sin resolver desde hace años, casi los mismos que lleva gobernando el PP. Se refiere a esas grandes costuras de la ciudad como son el cauce del Guadalmedina que divide la capital, el proyecto siempre aplazado del gran parque periurbano que sería el Campamento Benítez. Y se muestra rotundo y por primera vez muy serio a lo largo de esta conversación, devenida en un café final en una venta malagueña, cuando habla de los problemas y de las piedras en el camino que este alcalde ha puesto y “sigue poniendo” a realidades positivas que podrían estar más avanzadas como es el caso del desarrollo de más líneas del Metro de Málaga. Y también nombra el proyecto de un Auditorio de que la ciudad de los museos y a cultura carece de manera inexplicable. Y así saltamos al proyecto de “Gran Hospital”. 

Imperiosa y urgente necesidad de colaboración institucional

Proyectos algunos como el metro que se puso en marcha gracias a la Junta y otros que no se desarrollan y se enquistan por la vocación del alcalde y del PP local de ser ariete contra el Gobierno andaluz y de poseer cierta habilidad para convertir las ofertas de colaboración institucional en enfrentamientos en forma de réditos electorales obtenidos de la confrontación. Sigue hablando de temas y retos que hay que resolver y desde el diálogo, el Tren del Litoral o los accesos al PTA, por ejemplo.

Mantiene el candidato socialista que los grandes perjudicados de la gestión municipal son los barrios que “están olvidados”. Y los ciudadanos de estas zonas son los “damnificados” de la errónea gestión en política de limpieza. “Y como eso, en muchas más cosas”. 

Dani Pérez junto a Susana Díaz

En este momento es cuando surge el Pérez más estadista, el que asegura que cuando sea alcalde “la colaboración institucional, la buena voluntad y el afán de construir hará que estos grandes temas pendientes se resuelvan”.  Y es que “la palabra del alcalde vale muy poco”,”no se negociar con él ni adquirir compromisos”. También en el capítulo de las relaciones entre los distintos grupos municipales cree que se ganará siendo él primer edil.  Y destaca que mantiene buena relación con todas las formaciones de la oposición desde Ciudadanos  a IU o la marca de Podemos. Mi estilo posee “más permeabilidad y eso será muy necesario en el futuro inmediato” en Málaga.

Solo aspira a ser Alcalde de Málaga

Y para terminar una pregunta que casi le enoja. ¿Puede ser susceptible la Alcaldía de Málaga de cambio de cromos? Un rotundísimo “no” sale de su boca. Casi un “no es no”. “Nunca me ofreceré a un cambio de cromos. No quiero ningún cargo provincial. Yo quiero ser alcalde de Málaga. Es mi único objetivo y no quiero estar en otra responsabilidad que no sea la de ser alcalde de Málaga”… y la tarde cayó y un fresco de sierra nos aconseja irnos. Y un análisis y reflexión: Daniel, Dani Pérez, transmite convicción, sinceridad y honestidad política. Con esa sensación nos vamos. La suerte está echada, el tiempo dirá pero algo huele a cambio desde La Concepción y en la ciudad que se deja ver desde el Botánico.