“Veremos naves en llamas más allá de Orión”. El augurio de un admirador de ‘Blade Runner’ y buen conocedor de las interioridades de Podemos e Izquierda Unida sobre la que se le avecina a la confluencia Adelante Andalucía tiene más de salida de humor negro que predicción propiamente dicha.

Ciertamente, pero refleja bien la situación de incertidumbre política que se vive en las dos formaciones y el estado de desagarro emocional que padece la militancia morada tras el seísmo provocado esta semana por Teresa Rodríguez al anunciar tres cosas:

1) Que desde mayo no seguirá siendo secretaria general de Podemos. 

2) Que dedicará todas sus energías a convertir Adelante Andalucía en un “sujeto propio” andalucista, feminista, ecologista, no subalterno del PSOE y que “no tenga que pedir permiso a nadie”.

3) Que ella y los 11 parlamentarios de Podemos integrados en el grupo de 17 de Adelante Andalucía mantendrán sus actas.

Motivos para el pánico

Aunque en la rueda de prensa del jueves y en declaraciones posteriores ella se ha esforzado en quitar trascendencia a su decisión, tanto en IU como en Podemos el arriesgado movimiento de Teresa Rodríguez se ha sentido como un terremoto que abre la tierra bajo los pies de las izquierdas andaluzas no socialistas.

No les faltan motivos para el pánico, pues Rodríguez es el gran, se diría que el único, referente político en Andalucía de lo que en el resto del país se llama Unidas Podemos, aunque aquí adoptó el nombre de Adelante Andalucía: una confluencia gestada a fuego lento durante meses por Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo, en contraste con el ‘aquí te pillo y aquí te mato’ improvisado por Pablo Iglesias y Alberto Garzón con el nombre de Unidas Podemos y que tantos recelos despertó inicialmente en la militancia comunista.

¿Por qué se va Teresa? ¿Por qué y para qué, y prácticamente de un día para otro, la ‘compañera Tere’ se ha convertido en ‘la Terremoto Rodríguez’? La primera pregunta está mal formulada; en cuanto a la segunda, la manera en que la líder morada la responde resulta poco convincente.

Messi se va a Reus

No es del todo exacto preguntar por qué se va Teresa, porque en realidad no se va. Es decir, se va sin irse y se queda sin quedarse.

Rodríguez no es Messi dejando el Barça para marcharse al Paris Saint-Germain; ni siquiera al Espanyol. Es más bien un Messi que, saliendo súbitamente al rescate de su infancia perdida, hubiera decidido jugar en el modesto Reus para promover el fútbol auténtico, el fútbol popular y verdadero, aunque manteniendo, eso sí, la ficha y el sueldo del Barça.

De la asignación de 1,7 millones del Parlamento autonómico a Adelante Andalucía, en torno al 66 por ciento va a parar a Podemos (11 escaños) y el 34 por ciento restante a Izquierda Unida (6 escaños). Como presidenta del grupo parlamentaria, Rodríguez tiene la llave del grifo presupuestario. Nada que objetar… hasta ahora.

O mejor dicho, nada que objetar hasta mayo: cuando, en la III Asamblea Ciudadana de Podemos Andalucía, Teresa deje de ser la líder del partido, ¿cuál será el destino del millón largo de euros que hoy sirve en buena parte, y como en las demás formaciones, para sostener la maquinaria del partido?

Tras el congreso de mayo, el nuevo equipo dirigente que salga del mismo y que previsiblemente será afín a Pablo Iglesias, ¿estará conforme con que esa asignación presupuestaria se destine apuntalar el Adelante confederado y contrario al Gobierno de coalición de PSOE y UP que propugna Rodríguez en contra de Iglesias y de la propia militancia morada andaluza?

'Andalusia first'

Tiene razón Rodríguez al insistir en que lo novedoso no es su proyecto político confederal y andalucista, sino únicamente su decisión desvincularse orgánicamente de Podemos para centrar todos sus esfuerzos en hacer de Adelante una verdadera ‘casa común’ de la izquierda. En lo que tiene menos razón Teresa es en pretender que los demás –IU y Podemos– crean que en realidad nada ha cambiado y no hay motivo desconfiar de sus intenciones.

En una esclarecedora entrevista publicada este sábado en Público.es y firmada por Raúl Bocanegra, la líder morada identifica con precisión cuál es el verdadero desafío que la denominada ‘izquierda transformadora’ tiene ante sí:

“Lo que tenemos que resolver con las organizaciones y personas que forman parte de Adelante es si Adelante debe ser un sujeto propio andaluz con voluntad de cooperación confederal al norte de Despeñaperros o si la vamos a limitar a ser la sucursal andaluza de Unidas Podemos o la delegación del Gobierno de coalición”.

"O de todos o de nadie"

Exacto, eso es lo que hay que resolver, más allá de quién lidere, cómo se financie o qué forma orgánica adopte el proyecto. Aunque ella insiste en que “no hay ninguna voluntad de apropiarnos del proyecto común”, la contradicción insalvable del planteamiento de Rodríguez es que pretende que Adelante sea aquello que sus socios fundadores y legítimos propietarios no quieren que sea.

Para lograr su propósito, tendrá que convencerlos, y por ahora, la verdad sea dicha, no se le ve a ninguno de los dos muchas ganas de dejarse de convencer.

El líder de IULV-CA, Toni Valero, dijo ayer que “Adelante Andalucía es de todos o no es nadie”, un aviso para la navegante Teresa, que no opina exactamente lo mismo: “Que soy parte de Adelante Andalucía –confiesa en esa entrevista– es algo que nadie me puede negar, entre otras cosas porque Adelante Andalucía lo he construido con mis manos entre otras muchas manos". 

En realidad, ambos tienen razón. Por una parte, la ley está de parte de IU porque la marca está registrada como partido por la federación de izquierdas y por Podemos Andalucía. Pero, por otra, es indiscutible que Adelante es hijo de Teresa: ella lo parió, lo amamantó y lo vio crecer fuerte y sano, aunque más lentamente de lo que desearía cualquier madre.

La herencia

Como en esas familias donde, llegada la hora de la herencia, surgen las discordias porque la división del patrimonio será equitativa pero alguno de los herederos trabajó con ahínco en el negocio familiar origen de los bienes a repartir mientras que otros miembros del clan no lo hicieron, la líder gaditana piensa, no sin razón y aunque no lo diga tan crudamente, que su aportación personal a Adelante Andalucía es muchísimo mayor que la de quienes ahora se reclaman sus legítimos propietarios o herederos.

De cerrarle sus compañeros de IU y Podemos el paso para materializar el ‘destino manifiesto’ de Adelante como el En Comú Podem andaluz, ¿cuál será el siguiente paso de Rodríguez? ¿Crear una especie de Partido Anticapitalista Andalucista que se sumaría como un galeón más a la escuadra izquierdista comandada por un Podemos que ya no sería el suyo?

La tercera Pilar

Aunque su tirón electoral en la franja de votantes situada a la izquierda del PSOE es indiscutible, Teresa Rodríguez corre el riesgo de convertirse en la ‘tercera Pilar’ de la política andaluza tras Pilar Távora y Pilar González, líderes de Izquierda Andalucista y Primavera Andaluza, dos minipartidos que le dan a Adelante una interesante pátina nacionalista pero no cerril, si bien su aportación efectiva de votos al proyecto es poco relevante.

De no fructificar sus planes, Rodríguez dice que no descarta, aunque no lo considera deseable, acudir con su propia papeleta a unas elecciones autonómicas. Mal negocio. Salvo que a raíz de la ruptura su popularidad aumente en vez de menguar como es lo más probable, convertirse en un ‘Errejón 2’ no sería, decididamente, una buena idea.

Otra cosa es que, más allá del trifunfo o el fracaso, la doble intuición que mueve a Rodríguez no vaya mal encaminada: sobre el papel, promover un partido de izquierdas netamente andalucista no parece una idea descaballeda; al mismo tiempo, sostiene Teresa, gobernar con la socialdemocracia en Francia, Italia, Alemania o la propia Andalucía "ha achicado el espacio de la izquierda y ha ampliado el espacio de las derechas como espacio de impugnación" .

En todo caso: una cosa, en fin, es que las musas estén de parte de Teresa y otra muy distinta es que también lo esté el teatro.