Reem cursa Sexto de Primaria e Hiba está en Tercero, son hermanas y vecinas de Málaga de origen egipcio y están matriculadas en el colegio católico La Goleta de la capital desde hace más de un año, pero ha sido ahora cuando la normalidad escolar de la que venían disfrutando se ha quebrado bruscamente.

La Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes ha denunciado la "intimidación" y el “aislamiento” de que son objeto las dos hermanas por llevar el hiyab durante las clases. Los hechos ya han sido puestos en conocimiento de la Junta de Andalucía por la vía oficial. El servicio de Inspección en Málaga, donde se ha tramitado la queja, dará su respuesta lo más pronto posible, aseguran desde la Junta.

Según la versión de la Asociación Marroquí, el centro escolar "se ha mostrado tajante e inflexible al no permitirle tanto a ella como a su hermana llevar el hiyab, ya que aseguran que el régimen de funcionamiento y organización establece que no es posible hacerlo". Mientras, la propia Reem ha asegurado: "El pañuelo, la religión y mis estudios son para mí lo más importante y no puedo hacer una cosa sin la otra".

En su página web, el centro escolar concertado se define “como un Centro Católico, de Hijas de la Caridad, que basa su estilo educativo en el Carisma de sus fundadores, Vicente de Paúl y Luisa de Marillac. Como escuela vicenciana, se compromete a una enseñanza de calidad con un estilo propio, que intenta hacer presente la Buena Nueva del Evangelio a todos teniendo una atención preferencial por los más necesitados. Nuestro objetivo –añade– se fundamenta en la formación integral de los alumnos de acuerdo con una concepción cristiana del hombre, de la vida y del mundo; preparándolos, para participar activamente en la transformación y mejora de la sociedad.”

Por su parte, la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes, se define así en su página web: "Comienza en 2003 de la mano de un grupo de estudiantes universitarios de origen marroquí que no pudo permanecer ajeno a las situaciones de injusticias. Desde entonces no hemos dejado de caminar para avanzar en la inclusión de las personas migrantes que se encuentran en España en situación de vulnerabilidad y también de aquellas de origen español que están en riesgo de exclusión. También damos cobijo y hacemos acompañamiento a la juventud migrante extutelada, además de trabajar en materia de prevención de la islamofobia".

Según el comunicado de la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes, el pasado 22 de febrero la familia, de nacionalidad egipcia, se presentó en la sede de la entidad para denunciar "un caso de islamofobia que estaban sufriendo sus dos hijas"; tras la denuncia la asociación activó su servicio de asesoramiento socio-jurídico que se enmarca dentro del Programa Nacional de prevención de la Islamofobia.

Para el Observatorio del Pluralismo Regiligioso en España, "el uso del velo islámico es manifestación del derecho fundamental de libertad religiosa. Estigmatizar el velo como símbolo de discriminación es contraproducente para los objetivos de la educación en igualdad y respeto de los derechos fundamentales".

Según la asociación denunciante, "a pesar del diálogo por parte de la Asociación Marroquí con varias instituciones, dos semanas más tarde, las dos alumnas siguen en la sala de recepción y no se les permite entrar en clase". De hecho, "el pasado 10 de enero, como medida provisional impuesta por el equipo directivo del centro, la hija mayor comenzó a vestir con gorro y bufanda".

Según informa Europa Press, una semana más tarde, en una reunión del centro educativo con la familia, los padres trasladaron que sus hijas llevaban el velo por voluntad propia. "Asimismo, a fin de hacerlas cambiar de opinión, el centro les ofreció la ayuda de un profesor, también psicólogo. Una propuesta que la familia rechazó rotundamente", han apuntado.

El pasado 21 de febrero, la niña decidió quitarse el gorro y la bufanda y ponerse el hiyab "al tener calor y estar incómoda". Ese mismo día, según la asociación, "el equipo directivo decidió enviarla a la biblioteca donde permaneció durante toda la jornada lectiva aislada, excluida de sus compañeros y sin la posibilidad de avanzar en sus estudios".

"Durante su estancia en la biblioteca, según palabras de la víctima, no le mandaron tareas a realizar, siendo el único objetivo conocer las consecuencias de usar el hiyab en el centro. Una jornada que se saldó con la orden de que la alumna saliera por la puerta secundaria para que ningún familiar del centro la viera con el hiyab dentro de las instalaciones", han añadido.

Al día siguiente, según el presidente de la asociación, Ahmed Khalifa, que firma el comunicado, "desde dirección les ofrecieron un ultimátum: si la alumna decidía seguir llevando hiyab, tendría la obligación de permanecer en la biblioteca durante todo el curso académico o, en su caso, debería buscar otro centro educativo. A partir de ese día, el centro educativo obligó a la niña a permanecer en la sala de espera durante todo el horario lectivo, sin poder entrar a clase".

Los padres de la alumna están dispuestos a llevar el caso hasta el final para que otras familias "no tengan que volver a sufrir el acoso que han vivido sus dos hijas". "Su prioridad es además que reanuden sus estudios lo antes posible ya que han perdido más de dos semanas completas de clase e incluso exámenes", han lamentado.

"Rechazan la mediación"

La Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes, a petición de la familia, ha intentado reunirse con el centro educativo para buscar alguna solución, "pero este ha rechazado cualquier intento de mediación".

Aun así, la asociación al considerar que es una decisión "discriminatoria que va en contra del código ético del centro educativo, se ha trasladado a Sevilla para reunirse con el Comité Ético de las Hijas de la Caridad, provincia España-Sur, que es el órgano que evalúa el cumplimiento del Código Ético de la institución, a fin de abrir un proceso de diálogo para garantizar la vuelta regulada a las clases de las dos hermanas".

El pasado 27 de febrero, la asociación solicitó la intervención de la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Málaga, la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, la Dirección General de Coordinación de Políticas Migratorias de la Junta de Andalucía y la Delegación del Gobierno de Málaga.

Por todo ello, la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes ha denunciado "la discriminación islamófoba que están sufriendo las dos hermanas" y han solicitado la "intervención inmediata" de la Junta de Andalucía "que es la máxima responsable de esta situación, permitiendo la reincorporación normalizada de las dos alumnas en el centro educativo, pudiendo realizar los exámenes que esta situación imposibilitó y teniendo la opción de recibir todo el conocimiento al que le han impedido el acceso".

"Consideramos que el uso del velo por parte de las personas musulmanas forma parte del ejercicio de los derechos fundamentales constitucionalmente reconocidos a toda persona: la libertad de conciencia y el derecho a la propia imagen", han asegurado en el comunicado hecho público este lunes.

Un caso en Madrid

Una de las últimas polémicas sobre el su del velo en los colegios que saltó a los medios de comunicación sucedió en junio de 2019 en Madrid. Entonces, la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid prescribió que los colegios podían regular la vestimenta de los alumnos y establecer la obligación de llevar la cabeza descubierta, también para las alumnas con velo islámico. Fue su respuesta al Defensor del Pueblo, que le había preguntado sobre las normas acerca de esta prenda.

La controversia partió de una queja de la Comisión Islámica de España, que envió una carta a la directora de Relaciones con las Confesiones del Ministerio de Justicia, con copia al Defensor del Pueblo, en la que mostraba su desacuerdo por prohibir a una alumna en un instituto de Secundaria de Madrid llevar velo islámico.

El Defensor del Pueblo informó al presidente de la Comisión Islámica que la Consejería de Educación respondió que no existe una "regulación específica sobre el uso del velo islámico" en el colegio o instituto pero que "en el ejercicio de la autonomía organizativa" reconocida en la Ley Orgánica de Educación (LOE), "cabe la posibilidad de que los centros educativos regulen la vestimenta de los alumnos".