Andalucía vuelve a estar en el centro de los chantajes cruzados que Trump utiliza como su principal arma política en las relaciones con sus aliados. El Pentágono quiere aumentar la presencia militar norteamericana en la base naval de Rota, aunque la petición no la ha formalizado todavía por los conductos diplomáticos reglamentarios.

Trump comenzó su mandato pidiéndole a sus aliados de la OTAN que aumentaran su gasto militar, al tiempo que chantajeaba con la guerra comercial vía aranceles. La agricultura andaluza ya ha empezado a sufrir la subida de aranceles a las importaciones de aceitunas y otros productos.

El inquilino de la Casa Blanca, que ya es presunto delincuente por sus chantajes a Ucrania para perjudicar a su principal rival político, ha vuelto a recordar este mes en la cumbre de la OTAN en Londres que los países que no cumplen con su deseo de dedicar el 2% de su PIB a gasto militar (España, un 0,92%) serán castigados con mayores aranceles en sus exportaciones a USA.

Al futuro gobierno le tocará llevar al Congreso la autorización del aumento de dos destructores más en la base gaditana y ahí deberán intervenir los parlamentarios andaluces para evitar que nuestra comunidad salga nuevamente perjudicada al darse un permiso con el único señuelo de que aumentará la carga de trabajo del Astillero Navantia, que se encarga del mantenimiento de los navíos de guerra norteamericanos adscritos a Rota.

La Moncloa deberá presentar un informe que detalle lo que nos ha costado el castigo arancelario a los productos andaluces, se barajaron cifras de centenares de millones de euros y lo que supondrá para Cádiz el aumento del gasto militar norteamericano en la zona, que no compensará el daño ya causado.

Ha llegado el momento, por tanto, de plantear la reversión de los aranceles a los productos andaluces en Estados Unidos como condición para autorizar cualquier incremento de la presencia de la US Navy en Rota. En este contencioso el Parlamento de Andalucía, la Junta, la CEA y todos los sindicatos deberían estar ya haciendo oír su voz en Madrid.