El Ayuntamiento quiere que Cajasol rebaje la altura de su torre, pero la entidad financiera no renuncia a los 178 metros previstos. De hecho, pidió ayer que el propio Gobierno del PP defienda el rascacielos diseñado por César Pelli ante la Unesco. El conflicto está servido.

El Ayuntamiento pedirá parar las obras
Según informa hoy "El Correo de Andalucía", el delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, explicó ayer que el Consistorio le va a requerir "encarecidamente" a Cajasol-Banca Cívica que paralice las obras de la torre y que rebaje su altura para que no peligre el sello de Patrimonio de la Humanidad de la Catedral, el Archivo de Indias y el Alcázar, algo que la Unesco no decidirá hasta junio. Pretende negociar este cambio en el proyecto, pero si no logra el consenso tomará "medidas cautelares", es decir, ordenará la paralización de los trabajos e iniciará los trámites para revocar la licencia de obra, un permiso que hasta Vílchez asegura que es legal pero que ahora "entra en colisión" con los intereses generales.

No es resolución definitiva
Todo por una resolución, que no es la definitiva, de un órgano asesor de la Unesco, Icomos Internacional, que ha advertido tras una visita a Sevilla el pasado noviembre del "impacto excesivo y sin duda negativo" del rascacielos de 178 metros (80 más que la Giralda) sobre el "territorio de transición y la percepción de los tres monumentos" declarados Patrimonio Mundial.

Compensaciones a Cajasol
Vílchez no descartó que los sevillanos tengan que pagar "compensaciones" al promotor, Cajasol (que podría reclamar más de 200 millones), ni que el asunto acabe en los tribunales. Todo dependerá de si hay o no acuerdo. Lo cierto es que el Ayuntamiento no defenderá el proyecto ante la Unesco, como pide Cajasol.

El PP se desmarca ahora
A la pregunta de si el informe que tiene que presentar el Estado español antes del 1 de febrero ante la Unesco -que realizarán las áreas municipales de Urbanismo y Cultura- rebatirá los argumentos de Icomos y defenderá la convivencia de la torre con el patrimonio protegido, Vílchez fue contundente: "Con el informe de Icomos está clarísimo. No tenemos que rebatir nada. Nosotros no somos el promotor, es Cajasol, y el Ayuntamiento tiene que velar por los intereses de Sevilla desde el punto de vista turístico, paisajístico y del empleo". Sin embargo, el Ayuntamiento concedió la licencia de obra y España ya defendió en dos ocasiones anteriores, con sendos informes del Consistorio, el proyecto ante la Unesco, en 2009 y 2010. De hecho, Cajasol no tiene interlocución, sólo el Estado. Ahora, en cambio, el PP se desmarca.

Cajasol lo defiende
Cajasol replicó ayer que su proyecto es "absolutamente viable y respetuoso con el entorno y los edificios calificados Patrimonio de la Humanidad", que el informe de Icomos es "absolutamente provisional", que tiene errores como decir que la torre está a 600 metros de los bienes protegidos cuando está a 1.700, que ningún miembro de la Unesco visitó Sevilla para ver in situ la obra y que la Unesco no ha considerado en ninguno de los tres comités en los que se ha tratado el asunto de la torre la posibilidad de incluir los tres monumentos en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro. De hecho, añade que este último informe de Icomos "ni siquiera lo solicita (al contrario de cómo se hizo en el informe del 2009)".