Otra vez han coincidido oficiosamente la derecha ultraespañolista y la derecha ultracatalanista: ambas se han apresurado a denunciar en redes sociales y en medios afines que el Ministerio de Sanidad ha escamoteado decenas de miles de mascarillas a los servicios sanitarios de Andalucía y Cataluña para enviarlas a hospitales de Madrid.

No sin cierta precipitación que parece ser marca de la casa, quien ha ido más lejos en su denuncia ha sido el consejero de Salud de la Junta, Jesús Aguirre, que ha mandado y hecho pública una carta al ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la que le traslada “la situación de absoluta precariedad en [sic] que el sistema Público de Salud de Andalucía ha sido abocado tras el requisamiento de 150.000 mascarillas el pasado domingo 15 de marzo a nuestro principal proveedor y que mantenía un suministro regular de aproximadamente 200.000 mascarillas semanales”.

'Madrid ens roba'

Las redes sociales han estado ardiendo durante tres días a cuenta de las mascarillas no solo de Andalucía, sino también de Cataluña, donde numerosas voces y algunos medios independentistas denunciaban lo mismo: que el Gobierno central estaba sustrayendo mascarillas al servicio catalán de salud para enviarlas a la comunidad de Madrid.

En Cataluña, la Delegación del Gobierno se veía en la necesidad de desmentir los bulos con un comunicado en el que afirmaba: “El Gobierno no ha requisado mascarillas ni material sanitario en Cataluña. Cataluña ha recibido 200.000 mascarillas desde que el Ministerio inició el 12/3 una compra centralizada acordada con las CCAA para apoyarles gratuitamente en la compra de mascarillas y equipos de protección”.

Aun así, al líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, le costaba soportar no pocos insultos e improperios en las redes por haber escrito esto: “Ni en Igualada ni en Jaén. Las mentiras del independentismo sobre la incautación de mascarillas”, mensaje que enlazaba con una información de María Jesús Cañizares en El Español.

En Andalucía, los medios de la derecha se lanzaron en tromba sobre una noticia que parecía demostrar, una vez más, el agravio del Gobierno socialcomunista a los andaluces enfermos de coronavirus solo porque su comunidad tiene un gobierno conservador.

A su vez, en las redes se multiplicaban los comentarios en el mismo sentido: Pedro Sánchez les roba sus mascarillas a los andaluces para dárselas a los madrileños. Apenas ninguna referencia, por cierto, en las noticias y comentarios al hecho de que la situación sanitaria en Madrid es crítica por el volumen de contagiados y fallecidos.

El origen del embrollo

¿Cuál es el origen del embrollo? ¿Cómo empezó todo? La chispa la encendía el lunes 16 la propia Guardia Civil con una nota de prensa, manifiestamente mejorable, que informaba de que, en la tarde noche del domingo, sus efectivos habían procedido en la fábrica Diseños NT, situada en la localidad jiennense de Alcalá la Real, a la "incautación de mascarillas quirúrgicas decretada por la autoridad sanitaria competente”.

Añadía el comunicado que el “total de mascarillas requisadas asciende a 150.000 que serán destinadas al Hospital Infanta Sofía de Madrid”.

En realidad, lo único que hizo la Guardia Civil en Alcalá la Real fue dar cumplimiento a la orden ministerial del domingo 15 de marzo que, por una parte, obliga a las empresas a informar al Ministerio de todo su stock de mascarillas y demás material sanitario necesario para combatir la pandemia y, por otra, autoriza al Gobierno a disponer del mismo para distribuirlo entre los centros hospitalarios dando prioridad a aquellos con mayor volumen de pacientes contagiados.

Lo que dice la empresa

El mismo lunes, la empresa de Jaén que supuestamente habría sido víctima de la incautación de la Guardia Civil publicaba en su cuenta de Facebook un comunicado en el que, lejos de compartir el tremendismo de redes y medios, precisaba que “en coherencia con la declaración del Estado de Alarma decretado este sábado por el Gobierno y por razones de salud pública, nuestra línea de fabricación de mascarillas desechables, así como todo nuestro stock, han sido puestos al servicio y disposición del Ministerio de Sanidad”.

Mientras dure esta situación, añadía la nota, “no podremos atender más reservas ni pedidos de mascarillas”.

Ayer, jueves 18, la empresa se veía en la necesidad de salir una vez más al paso de “los bulos que están circulando por las redes sociales y por diferentes medios de comunicación”. Diseños NT aclaraba que, “siguiendo órdenes directas del Ministerio de Sanidad, a día de hoy, y desde el domingo, hemos distribuido un total de 350.000 mascarillas por los diferentes hospitales de nuestro país”.

Fuentes de la Guardia Civil consultadas por la web antibulos Maldita.es aclaraban ayer que no había habido ningún problema con la empresa jiennense. Y así lo certificaba también el martes 17 el directivo de Diseño NT Pedro Montañés en el programa televisivo Espejo Público, de Antena 3.

Un problema europeo

El bulo de Jaén no significa, sin embargo, que no exista un problema real de insuficiencia de material de protección para los trabajadores de la sanidad pública de Andalucía y en otras comunidades.

Así volvieron a denunciarlo ayer las filiales autonómicas de los sindicatos SATSE y CSIF, para los cuales está habiendo “una grave falta de previsión” por parte de las autoridades sanitarias.

La carencia de material, en realidad, no es solo andaluza o catalana, ni siquiera española. El problema es de alcance europeo: por eso ayer mismo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunciaba que China iba a enviar a la UE dos millones de mascarillas quirúrgicas, 200.000 mascarillas N95 y 50.000 equipos de prueba del coronavirus para ayudar al bloque en su lucha contra la enfermedad.