Los bomberos forestales de media España siguen en pie de guerra ante el abandono de sus dirigentes. A pesar de que el verano se termina y las temperaturas extremas y, con ello, los incendios, remitiendo, son muchas las situaciones que dan buena cuenta de la dejadez política cuyas consecuencias sufren los trabajadores. “Dentro de un mes nadie se va a acordar de nosotros, hasta que el año que viene vuelva a pasar lo mismo”, lamentan voces autorizadas a ElPlural.com.

En este caso, las quejas llegan desde Andalucía, pero podrían proceder de cualquiera de las demás Autonomías que han sufrido con especial virulencia la oleada de incendios que ha asolado buena parte del Estado en la última época estival: Galicia, Castilla y León, Extremadura, la Comunidad Valenciana, etc.

Medio centenar de personas diarias en condiciones indignas

También en la región del sur son varios los puntos que tienen mucho margen de mejora en lo que a condiciones laborales se refiere. Este periódico ha informado de algunos de ellos a lo largo del último mes, como, por ejemplo, la calidad del material con el que estos profesionales se enfrentan a las llamas y que, en algunos de los supuestos, están caducados.

Así las cosas, son de muy distinto índole las reclamaciones que históricamente han llevado a cabo los bomberos forestales y otros cuerpos que mientras mucha gente disfrutaba de sus vacaciones luchaban contra el fuego. Una de estas, la que se detalla un poco más a fondo en las presentes líneas, tiene que ver con las instalaciones desde las que los damnificados descansan y se mantienen alerta, sobre todo en las épocas de mayor riesgo.

En concreto, el caso que se explica a continuación afecta a los bomberos forestales de la provincia de Almería del plan Infoca, uno de los más importantes sobre el terreno. Más de 50 personas; hombres y mujeres, pasan cada día por el Subcentro Defensa Forestal de Laujar de Andarax, en condiciones indignas, según denuncia en declaraciones a este periódico Serafín Martín, representante de la Unión Independiente de Trabajadores de Andalucía (UITA).

El escenario obliga, entre otras cosas, a que el personal que se ubica aquí esté obligado a orinar en la calle debido a que la infraestructura no está finalizada. “Es como si haces un cuarto de baño y cuando lo terminas te das cuenta de que no has hecho la obra de fontanería”, explica, sin dar crédito.

Es cierto que la situación no es nueva. De hecho, algunos medios de comunicación ya se hicieron eco de ella el año pasado, pero desde entonces no ha cambiado, de ahí el principal demandante no quiere que caiga en saco roto. Además, esto lleva siendo así desde 2022, cuando la Junta de Andalucía anunció a bombo y platillo un proyecto que, dicho sea de paso, cuenta con la financiación de fondos europeos.

Esto último no es baladí, sino que suma gravedad a la cuestión, ya que a la dejadez le acompaña una nube de oscurantismo que Martín espera se esfume con el paso dado a última hora y que nos cuenta de forma exclusiva desde el otro lado del teléfono: “Hemos presentado ya la denuncia a la inspección porque es insoportable”.

“Han dejado incluso que se pase el plazo para poder reclamara a la empresa, y ahora se dan cuenta de que falta instalación”, expone dando forma al caos. “Hemos procedido con 20.000 gestiones, pero no nos hacen caso. El director nos promete que falta poco, pero nunca llega”, emite.

“Al final hemos tomado la decisión más drástica (…) Pedimos algo tan básico como que el personal pueda estar los tiempos de espera en un sitio, más con las temperaturas que tenemos en verano. Debemos disfrutar de una base si queremos trabajar con dignidad. No pedimos otra cosa que se respete la normativa de los lugares de trabajo”.

El subcentro

La construcción de este Subcentro, el de Defensa Forestal de Laujar de Andarax (Almería) sigue además sin tener operativas las duchas y la cocina. Una inoperancia que choca de frente con la inversión que supuso, con un presupuesto inicial superior a los 470.000 euros, financiados al 80% con Fondos Europeos de Desarrollo Regional (Feder).

El proyecto se incluyó dentro del plan de prevención de incendios forestales que, este verano, ha vuelto a demostrar ser insuficiente. En lo que se refiere a la instalación, estaba previsto que esta pasara por la reforma y ampliación de una nave existente de 285 metros cuadrados para su uso como hangar de dos medios terrestres pesados, almacén de maquinaria y un taller para reparación de vehículos.

Por otro lado, la situación de un nuevo inmueble de 137,2 metros cuadrados que acogiera diferentes servicios para las personas que pasen por el subcentro. Pero a día de hoy, algunos de ellos todavía no han llegado mientras la Junta insiste en que siguen trabajando con la máxima celeridad posible para solucionar la situación.

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