Se acabaron los paños calientes. Se acabó la docilidad que tanto parecen cuestionar muchos de sus votantes. Se acabó el tiempo de hacer únicamente ruido sin preocuparse por recoger las nueces. 

Vox ha anunciado hoy en Sevilla que presentará una enmienda a la totalidad al proyecto de Ley de Presupuestos andaluces de 2019, que el Gobierno de PP y Ciudadanos llevó al Parlamento el pasado viernes.

Un cierta sorpresa

No estaba en los cálculos del Gobierno de Juanma Moreno que el partido ultra, socio parlamentario sin el cual no suma los diputados necesarios para aprobar las cuentas, se desmarcara de una forma tan abrupta de la mansedumbre que ha venido exhibiendo desde el comienzo de la legislatura.

Aun así, en el Ejecutivo autonómico confían en convencer a sus socios de que regresen al consenso. Tanto PP como Ciudadanos son conscientes de que hasta ahora Vox ha sido un socio cómodo, algo ruidoso pero cómodo. De hecho, este de los Presupuestos es el primer órgado lanzado por los ultras, y además parece formar parte de una estrategia impulsada desde la dirección nacional del partido para apretar las tuercas a sus socios del centroderecha.

El anuncio lo ha hecho en rueda de prensa el portavoz de Vox, Alejandro Hernández, para quien este proyecto presupuestario "perfectamente podría haberlo presentado el PSOE", dado que "se aleja de todo lo que se decía que se iba a hacer por parte del nuevo Gobierno: no vamos a apoyar más de lo mismo".

¿Y si hay modificaciones en las partidas prespuestarias cambiará Vox de posición? De entrada, no, ha venido a responder Hernández. "No es una cuestión de capítulos, sino una cuestión global, de espítitu".

La frase

La frase que para el Gobierno puede resultar más problemática es esta de Alejandro Hernández: “Vox quiere sentarse con el Gobierno y el Gobierno tiene dos partidos, PP y Ciudadanos". Y es que una de las quejas recurrentes del partido ultra es el desdén con que siempre los ha tratado el partido naranja, negándose a negociar nada con ellos.

El partido ultra tiene de plazo hasta el jueves para presentar su enmienda a la totalidad, aunque la tramitación de la misma no significa que, cuando llegue la hora de la votación dentro de dos semanas, la Ley de Presupuestos sea devuelta al Gobierno, ya que para sería preciso que Adelante Andalucía y el Partido Socialista la respaldaran con sus votos, algo altamente improbable.

Los votos

Adelante Andalucía también ha anunciado su rechazo al proyecto, y es previsible que los socialistas hagan lo mismo. Aunque el Ejecutivo ha reiterado que tiene la mano abierta para negociar con los dos partidos de la izquierda, todos los observadores coinciden en que su única opción de sacar adelante las cuentas es convencer a Vox.

Como se sabe, entre PSOE y Adelante suman 50 escaños, tres más de los 47 que reúnen PP y Ciudadanos. Eso significa que si las dos formaciones de izquierdas votan conjuntamente en contra y Vox se abstiene, los Presupuestos no saldrían adelante.

Los detalles

En su comparecencia de prensa, ni Alejandro Hernández ni los diputados Rodrigo Alonso y Manuel Gavira han ofrecido detalles concretos de su desacuerdo con el proyecto gubernamental, aunque es conocido su rechazo a que el Presupuesto incluya partidas para memoria histórica o contra la violencia de género.

No obstante, echan de menos más dinero para el empleo, que es una de las partidas que el Gobierno ha reducido en un 15 por ciento con la excusa de que las partidas que se presupuestaban en el pasado finalmente no se ejecutaban.