El debate es meramente semántico, no ideológico ni político. Este es uno de los argumentos que está esgrimiendo el Gobierno andaluz para rebajar el alcance de las discrepancias que mantiene con Vox a propósito de la implantación en las escuelas del derecho de los padres a vetar determinadas actividades escolares complementarias, que van desde charlas de educación sexual hasta prácticas de hábitos saludables o actividades para conmemorar en las aulas el Día de Andalucía.

El segundo argumento sobre el que la Junta justifica la calma con que aparenta tomarse las amenazas de Vox es de orden táctico: consideran en el PP que para la ultraderecha podría tener un elevado coste electoral desestabilizar el 'Gobierno del cambio' y alinearse en el Parlamento autonómico con el PSOE, Unidas Podemos y los Anticapitalistas.

Actividades evaluables

El presidente Juan Manuel Moreno ha calificado esta mañana el debate de meramente "semántico" y lo mismo ha hecho unas horas después su consejero de Presidencia y hombre fuerte del Ejecutivo de PP y Cs, Elías Bendodo.

Aunque el presidente Moreno, hoy en la cadena Ser, ha recalcado mucho la palabra "complementarias", para restar relevancia lectiva a los contenidos que los padres podrían vetar, lo cierto es que las actividades complementarias se imparten en horario lectivo, son evaluables y la asistencia de los alumnos a ellas es obligada.

El consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, ha destacado que el Gobierno andaluz "tiene palabra y cumple" y ha asegurado que no van a "aceptar amenazas", después del anuncio del grupo parlamentario Vox de no apoyar iniciativas del Ejecutivo de PP y Cs hasta que no implante el denominado pin parental o autorización expresa de los padres para la participación de sus hijos en actividades educativas complementarias.

Bendodo, en rueda de prensa en Málaga, al ser cuestionado al respecto, ha incidido en que el Gobierno andaluz "cumple y todo lo acordado se va a cumplir". "No vamos a aceptar amenazas de ningún tipo, vamos a cumplir y para ello quiero que se tenga la tranquilidad de que este Gobierno lo que firma, lo cumple", informa Europa Press.

El caso de Murcia

Así, ha añadido que el acuerdo suscrito entre la Consejería de Educación y Vox "se va a cumplir pero no significa que se pueda llamar de una manera o de otra". A juicio de Bendodo, "un problema semántico no puede suponer una dejación de apoyo a este gobierno". "Lo que se acordó es lo que se firmó y lo que se firmó es lo que se acordó y cada uno tiene la libertad de ponerle el nombre que quiera", ha defendido el consejero andaluz.

El problema, sin embargo, no es simplemente semántico. Baste recordar que ya el año pasado el Gobierno de Murcia intentó imponer en pin parental en las escuelas, también a instancias de Vox, y el Tribunal Superior de Justicia de la comunidad lo anuló.

La Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJM suspendió cautelarmente la resolución autonómica que establecía el veto, pues consideró "un perjuicio identificable la posibilidad de no realización por los alumnos de una actividad obligatoria y evaluable por no autorizarlo sus progenitores".

Lo que Vox sostiene ahora en Andalucía es que lo firmado con el consejero de Educación es precisamente eso, el pin parental, es decir, la potestad de los padres para decidir en qué actividades complementarias pueden participar sus hijos. El texto del acuerdo firmado es, no obstante, bastante ambiguo; en realidad, su literalidad parece ajustarse más a la interpretación que hace de ella el consejero Javier Imbroda que a la que propugna Vox.