Moreno Bonilla anda a la desesperada buscando una salida, al menos políticamente defendible, a la crisis provocada por la hecatombe de errores continuados en el cribado de cáncer de mama. Y digo políticamente, porque como cambio radical de gestión —que es lo que realmente se necesita— no encontrará salida alguna. La sanidad pública andaluza sufre un problema sistémico y estructural. Han jugado y deteriorado tanto este servicio público, reduciendo plantillas, aminorando inversiones y concertando con la privada, que literalmente se lo han cargado. Solo han reaccionado cuando la tragedia ha golpeado a miles de mujeres andaluzas.

Ello, además de tener graves consecuencias políticas para el “moderado” Bonilla, exige decisiones drásticas y quirúrgicas que ni están ni se las espera.

A la desesperada —solo así puede entenderse— ha nombrado al hasta hoy consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, como nuevo responsable de una macroárea denominada Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias.

Y se entiende también porque Moreno Bonilla no ha encontrado ni un profesional de la sanidad, ni un gestor de la administración, ni un político de su propio partido que se precie para asumir ese cargo. Nadie ha querido quemarse a lo bonzo. Ni un compañero de partido ni un tecnócrata afín al PP ha aceptado el suicidio político que supone tomar las riendas de la sanidad en plena crisis por los cribados del cáncer. Por no querer, ni el propio “bombero samurái” Antonio Sanz deseaba que le pasaran ese cáliz ya que nadie quiere achicharrarse sabiendo lo que viene, un escenario que da vértigo.

La sanidad bajo la gestión del PP andaluz es, hoy de manera visible, el talón de Aquiles de Moreno Bonilla con cuatro consejeros y un sinfín de crisis en seis años. Solo ha encontrado a este abogado de 57 años recién cumplidos, aunque el fiel jerezano no habría querido que Moreno lo “invistiera” —o embistiera— con ese caramelo envenenado, envuelto en el celofán del dolor de miles de mujeres andaluzas. Solo Sanz, político profesional del PP desde que hizo la primera comunión, es capaz de tirarse a un pozo sin fondo si se lo pide el “Alto Mando” popular. Mucho más si, como en este caso, lo obligan.

Unir Sanidad a Emergencias es impresentable y demuestra el estado crítico de la sanidad pública andaluza. Pero Sanz lo acepta, consciente de que tan hundido y deteriorado está el sistema que, en el nomenclátor administrativo, ya se le asocia con la palabra “Emergencias” —bien podría añadirse también “Catástrofes”.

A Moreno le sirve, más que nunca, Sanz porque unifica la crisis sanitaria con el macrodepartamento que hasta hoy dirigía el consejero de la “manipulación y propaganda” como le califican desde la oposición. A Sanz tampoco parece importarle que esa misma oposición lo haya tildado de “vergüenza” por ser “un recién llegado sin idea”.

Su currículum, intenso aunque poco brillante, lo muestra como un profesional de la política y un escudero fiel de los jefes del PP que toque en cada etapa que “vale tanto para un roto como para un descosido”.

Fue delegado del Gobierno de España en Andalucía (2015), secretario general del PP andaluz (2006-2012), diputado autonómico desde 2004, vocal del Comité Ejecutivo Nacional del PP desde 2008 y presidente provincial del PP de Cádiz hasta su designación como viceconsejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta.

En resumen, chico para todo y dispuesto a todo desde los 15 años, cuando entró en política como miembro de los Clubes Juveniles de Alianza Popular, y a los 18 ya era presidente local de Nuevas Generaciones de Jerez y vicepresidente de Alianza Popular en la misma ciudad.

De dóberman de Javier Arenas a escudero de Moreno

Sanz, con una carrera fraguada como el dóberman de Javier Arenas, es considerado en el PP andaluz el perfil ideal para, en esta búsqueda desesperada de soluciones políticas, asumir el cargo. No en vano, es el más sectario de todos los titulares del Ejecutivo autonómico. Como curiosidad, aún recuerdo la “reprimenda” que recibí de una miembro de su staff en la Consejería por algo que escribí sobre él y no gustó.

La salud es una prioridad absoluta para mi Gobierno. Antonio Sanz será desde hoy consejero de Sanidad, Presidencia y Emergencias de Andalucía. Su experiencia de gestión, capacidad de trabajo y diálogo serán fundamentales para lo que resta de legislatura.”

Lo ha publicado hoy Moreno Bonilla en sus redes… y se ha quedado tan pancho.

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