Sevilla y Málaga y  son las joyas de la corona del potente y colosal poder municipalista del PP andaluz. De la importancia de ambas ciudades dan fe sus datos demográficos. Entre ambas concentran casi a 1.267.000 habitantes. La población andaluza es de 8.400.000 personas aproximadamente. Por tanto las dos capitales acogen a algo más del 15 por ciento de los andaluces en sus términos territoriales. Según el censo de 2013 Málaga es la sexta ciudad de España y la capital hispalense la cuarta. Estos indicadores demográficos dan una idea de la importancia, tanto geopolitica como de poder real, tangible e institucional, que aporta a un partido gobernar ambas ciudades.

En juego algo más que un símbolo político en la capital de la Comunidad
El nerviosismo del Partido Popular está muy justificado ante los distintas encuestas de varios medios y empresas demoscópicas. Todas son coincidentes en vaticinar que la alcaldía de Sevilla, hoy gestionada por Juan Ignacio Zoido con una cómoda y amplia mayoría "absolutísima", está más que en peligro. Es más, la evolución de los sondeos en campaña indican que existe un empate técnico entre PP y la lista del PSOE encabezada por el ex consejero Juan Espadas. El propio ánimo interno muestra a un Partido Popular cuyo objetivo se resigna ya a que la suma de votos de Ciudadanos y PP otorguen mayoría, algo que parece lejano y remoto a día de hoy. Por contra los socialistas, que han ido de menos a más, aspiran a ser la lista más votada y conseguir al menos un concejal más que la lista del ex juez y ex presidente del PP andaluz.

El debate televisivo entre los dos candidatos a ocupar el sillón en la Casona del Parque ha generado un gran interés en la ciudad.



La "Batalla de Málaga" y un debate de inusitado interés
Otra gran batalla se libra en la capital costasoleña. Málaga no solo es la sexta ciudad española, gran urbe y emblema turístico internacional, sino que camina en la vía de consolidarse como la capital económica de Andalucía. Por ello el debate televisivo que protagonizarán esta noche los candidatos del PP y PSOE ha generado un inusitado interés en la ciudad. El combate dialéctico será en la televisión local Ondaluz, perteneciente al grupo andaluz de Publicaciones del Sur. Dividido en distintos bloques (institucional, transparencia y participación; políticas sociales y empleo; infraestructuras, barriadas y medio ambiente y el último sobre educación, la cultura y el turismo, será moderado por el director de Ondaluz en la capital malagueña, Lino Ramos.

De la Torre tocado pero muy experimentado
El candidato popular, Francisco de la Torre, consciente de la crueldad y el peligro que entrañan las matemáticas cuando al sumando del PP hay que restarle los votos emergentes de Ciudadanos, irá a por todas. Llega algo desfondado y con la voz muy tocada, casi ronca, por una campaña en la que se ha volcado unipersonalmente y donde las banderas, logos, anagramas, gaviotas y demás símbolos se han escondido en el almacén de los recuerdos de otra época en la que la marca PP añadía votos y no los aminoraba. Eso sí, De la Torre es un viejo zorro de la política -tiene 73 años y con 28, en 1971, fue presidente de la Diputación franquista de Málaga- que a veces  se transmuta en lobo. Un lobo herido o acorralado es tremendamente peligroso. Su experiencia es un valor que esgrimirá.



Los candidatos 'encantados' de debatir
El alcalde de Málaga ha afirmado que le "atraen los debates a dos porque tienes la mitad del tiempo para profundizar en el diálogo". Cree que como habla "desde el corazón es lógico que convenza a los ciudadanos". Por el otro lado la candidata socialista, María Gámez, se manifiesta "encantada" de participar en un 'cara a cara' y con ironía casi paternofilial quiere "dar a De la Torre una nueva oportunidad para mejorar sus debates".

De la Torre o el orgullo de retirarse ganando
Lo cierto es que ambos se la juegan, en un debate casi 'in extremis', a cinco escasos días del finiquito de campaña en las elecciones municipales más abiertas de los últimos años y en una campaña más decisiva que nunca, según todos los expertos. De la Torre, se la juega porque un concejal arriba o abajo puede, no romper la mayoría que es algo que se da por hecho, sino configurar una correlación de fuerzas de alcances imprevisibles.

Gámez o el premio a la perseverancia
La otrora ex delegada del Gobierno y ahora portavoz municipal y candidata socialista, María Gámez, también apuesta mucho en el envite al tener que demostrar por un lado que los socialistas, con ella a la cabeza, continúan en la senda de las últimas elecciones que han llevado a su partido a remontar resultados muy negativos y a ser la primera fuerza en las europeas y a casi empatar en las andaluzas, además de volver a ser hegemónicos en la provincia. Y por otro lado porque tras cuatro años de ejercer la oposición en la Casona del Parque a diferencia de otros socialistas que huyeron tras la derrota, quiere demostrarse a sí misma que su trabajo no ha sido en vano. También, y no es cuestión menor, porque los concejales que pierda el PP  y los que obtenga el PSOE, coadyuvarán decisivamente a que la todopoderosa Diputación de Málaga vuelva a ser regentada por los socialistas y le sea arrebatada a su actual titular, Elías Bendodo, bipresidente del PP y del ente supramunicipal, al que sitúan como delfín-topo-tapado de De la Torre en un futuro cambio biológico del actual alcalde, en el caso de que los resultados se lo permitan, claro.



La suerte está echada: cinco etapas de montaña
Alea jacta est. 
El debate, que no será evidentemente decisivo en una capital tan poblada como lo es Málaga, si que puede ser significar una importante victoria de etapa en una carrera que mañana comienza a ser de dura montaña, con cinco ascensos más en los que errores de táctica, los avituallamientos, las prisas mal calculadas e incluso las "pájaras", pueden ser letales. La escalada a la meta final del particular Alpe d'Huez malagueño comienza su sprint final.