La primera voz institucional de alarma la dio a principios de semana el alcalde socialista de Nerva José Antonio Ayala al sumarse a la concentración celebrada ante el puerto de Sevilla para denunciar la llegada de más de 110.000 toneladas de residuos tóxicos, procedentes de Montenegro, que irían a parar al vertedero ubicado en el municipio onubense.

La plataforma ciudadana en contra del vertedero viene exigiendo desde hace tiempo el cierre "lo antes posible y de manera responsable" de estas instalaciones. Lo mismo piensa el alcalde de Nerva, que respalda la clausura porque “el vertedero está colmatado pese a lo que diga la sentencia judicial al respecto”. Aludía Ayala a una sentencia de 2017 del Tribual Superior de Justicia de Andalucía que daba su autorización a la ampliación del vertedero.

Pero ni Nerva ni su regidor están solos en la batalla. Los alcaldes de la Comarca Minera de Riotinto se han reunido esta semana y han lanzado un duro comunicado mostrando su absoluto rechazo a la llegada al vertedero de residuos tóxicos y peligrosos procedentes de países de fuera de las fronteras nacionales y de países externos a la Comunidad Europea, como es el caso del balcánico Montenegro.

No obstante, el operativo de traslado desde el Adriático y de transporte hasta la provincia de Huelva de los residuos cuenta con la autorización del Ministerio para la Transición Ecológica y el visto bueno de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía.

En el comunicado difundido en las cuentas oficiales de los ayuntamientos, los alcalde se solidarizan con el de Nerva, piden “dejar al margen los colores políticos” y reclaman tanto al Gobierno de España como al de Andalucía que “actúen de inmediato y no permitan que nuestra localidad vecina y por consiguiente, nuestra comarca, reciba este trato vergonzoso”.

Se quejan los regidores de que las administraciones no están respetando los criterios establecidos en 1995 como condición para para la instalación del vertedero: "No se ha dado el criterio de proximidad, es decir, para recibir residuos de Huelva, Sevilla y Cádiz, sino que ha recibido de España, otros países de la Unión Europea como Portugal o Italia y ahora desde Montenegro, así como la localidad no ha visto mejoradas sus comunicaciones ni se ha cumplido con la financiación que se dijo en su día (…) Los vecinos han soportado durante 25 años unas instalaciones que no quiere nadie", de manera que, ahora, "se tiene que cumplir el deseo del pueblo".

Los regidores apelan también a los riesgos que conlleva toda la operación: “Nuestro territorio –señala el comunicado- es próspero en industrias como la extractiva. Además de las cárnicas y demás productos alimenticios, somos punteros en el sector turístico industrial y arqueológico, y tenemos un importante futuro por delante que no podemos hipotecar bajo los residuos que pretenden enterrar bajo nuestros pies. Por eso y por mucho más, queremos transmitir a nuestro pueblo nuestra posición ante tales acciones”.

Abundando en su determinación de huir de colores ideológicos, los alcaldes recalcan: “Nos da exactamente igual quiénes fueron, son o serán los responsables de que ese vertedero siga recibiendo estos residuos peligrosos, ya que no todo en la vida son colores políticos. Desde nuestros respectivos equipos de gobierno tenemos criterio propio y decidimos con rotundidad nuestra posición por el bien de nuestros ciudadanos y ciudadanas, que son a los y a las que nos debemos, dejamos las siglas a un lado cuando de nuestro bienestar se trata”.

Juan Romero, responsable de Ecologistas en Acción, se queja de que Nerva sea "el retrete tóxico de Europa" y lleve 25 años soportando tener unas instalaciones de ese tipo a solo 700 metros de un barrio nervense: “Se puso hace 25 años alegando que sería para residuos de la industria andaluza y llegan de todas partes”.

Ecologistas en Acción también sostiene que el tráfico de este tipo de rsiduos se rige por un reglamento europeo y por el Convenio de Basilea, que según la organización ecologista prohíben el transporte interfronterizo de residuos que contengan asbesto y tributilo de estaño, en este caso derivados de la limpieza de buques montenegrinos mediante el sistema de granallado abrasivo.

El grupo parlamentario Unidas Podemos por Andalucía y los diputados no adscritos procedentes de Adelante Andalucía, en sendas ruedas de prensa por separado en el Parlamento, también criticaron ayer con dureza el operativo. Inmaculada Nieto subrayó que desde IU y ahora desde Unidas Podemos "siempre hemos compartido la preocupación de las personas que conviven con el vertedero", del que recalcó que "desde 2014 debieran haberse iniciado los trabajos para su sellado, que ha colmatado su capacidad, y que recibe periódicamente nuevos vertidos que son un problema para la población y la sostenibilidad ambiental del entorno".

Por su parte, la diputada no adscrita Ángela Aguilera recordaba que, si bien es cierto que es "el Gobierno central quien autoriza la importación de este tipo de residuos" --algo que tachó de "lamentable"--, "no es menos cierto la responsabilidad de la Junta en la gestión de esos residuos".