El panorama universitario andaluz amanece con un nuevo horizonte. La Junta de Andalucía anuncia un nuevo modelo de financiación para las universidades públicas hasta 2027. Juan Manuel Moreno Bonilla afirma que el nuevo marco llega tras un “amplio e intenso debate” con la academia, sindicatos y estudiantes, pero mientras anuncia el acuerdo, representantes sindicales protestan a las puertas de la Universidad de Almería y los rectores recelan del acuerdo.

Los rectores de las universidades públicas miran con cautela el nuevo sistema que configura la Junta de Andalucía. A pesar del acuerdo alcanzado en el Consejo Andaluz de Universidades, el presidente de la Asociación de Universidades Públicas de Andalucía (AUPA), Francisco Oliva, expresa a El Plural su cautela mientras no se publiquen en el BOJA los acuerdos finales y el marco financiero se vea reflejado anualmente en los presupuestos de la Junta de Andalucía.

Por su parte, desde CCOO alertan de que se está “degradando” el sistema universitario andaluz con un modelo que califican de “vago e inconcreto”, nos dice José Luis Martos, responsable de Universidad de CCOO Andalucía. “El modelo no garantiza el futuro económico del sistema universitario”, señalan desde el sindicato, que recuerdan que la Junta de Andalucía lleva incumpliendo los acuerdos de plantilla desde 2018, habiendo sido esta una de las primeras promesas del mandato de Juan Manuel Moreno Bonilla.   

El nuevo sistema de financiación anunciado por la Junta de Andalucía anuncia la dotación de 14 millones de euros para proyectos estratégicos como novedad. La Junta alardea de dotación presupuestaria, según el gobierno, en el periodo comprendido entre 2018 y 2023, el incremento ha sido del 18,25%, “un esfuerzo presupuestario que permite a Andalucía liderar la clasificación de las regiones que más gastan en educación superior".

Desde AUPA, el también rector de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla (UPO), Francisco Oliva, señala que el anuncio es “un buen punto de partida”, pero quedará en nada sino va acompañada de un aumento presupuestario, de otra manera, el modelo “ni funcionará y solo habrá dinero para pagar salarios” y servicios administrativos de mantenimiento. El aspecto investigador y de valor añadido quedaría relegado, señalan desde AUPA.

Desde CCOO echan la vista a la letra chica de la dotación presupuestaria. El sindicato rebaja la lectura triunfalista de la Junta en la que se mezcla presupuesto finalista –que debe salir de los presupuestos autonómicos– con otras líneas presupuestarias de investigación y fondos europeos. “De hecho, en el lustro de Moreno Bonilla la universidad pública cuenta con 300 millones de euros menos”, apunta Martos.

De hecho, el gobierno andaluz ha asumido que, por el momento, a pesar del triunfalismo, sigue sin cumplir con la aportación presupuestaria para la universidad pública que marca la Ley orgánica del Sistema Universitario del 1% del PIB autonómico.

Por el momento, la Junta de Andalucía sí ha integrado las demandas de los rectores e incorporará una “cláusula de salvaguarda” que garantice unos mínimos recursos entre distintos cursos académicos más el incremento de las retribuciones salariales del personal público... “en cualquier caso, para una valoración final, debemos esperar al BOJA y a los presupuestos autonómicos”, explican desde APUA: cautela.

La titulits configura el mercado universitario

Pero, uno de los aspectos que más escuecen en el nuevo modelo universitario andaluz es la bienvenida de la Junta de Andalucía de dos nuevas universidades privadas: la universidad CEU Fernando III y la Universidad Tecnológica Atlántico-Mediterránea (Utamed), esta última en modalidad no presencial.

En Andalucía, las universidades privadas deben ser aprobadas por el Parlamento. Este martes tuvo lugar la aprobación en comisión parlamentaria de sendos proyectos que deberán ser aprobados posteriormente en el Pleno de la Cámara. La mayoría absoluta de los populares allana el camino a dos entidades que, sin embargo, cuentan con el rechazo de los rectores universitarios y de la propia Agencia para la Calidad Científica y Universitaria de Andalucía (ACCUA) de la Junta de Andalucía.

La ACCUA es la entidad responsable de acreditar y evaluar nuevos centros y competencias universitarias de acuerdo a estándares internacionales universitarios y a una evaluación por pares. Los últimos informes no vinculantes de evaluación a los que ha tenido acceso este medio, sin embargo, no dan el visto bueno a la creación de ambas universidades.

La propia agencia evaluadora de la Junta emite un informe desfavorable para la Utamed y otro que resalta las “importantes carencias” para la CEU Fernando III. La ausencia de estudios de mercado y necesidades en el panorama educativo universitario andaluz, la redundancia de la oferta académica, la ausencia de un plan de internacionalización o la desconexión con la demanda laboral son, entre muchos otros aspectos, los que penalizaron a estas nuevas universidades privadas.

Consultado por la entrada en el ecosistema universitario de estas dos nuevas ofertas, Francisco Oliva recalca, desde la AUPA recalca “nuestra postura es clara: no se deberían tramitar porque no cumplen con los requisitos mínimos" que estipula la Ley. Los rectores de las Universidades públicas vienen protestando contra esta imposición de la Junta de Andalucía desde hace meses.

“Echamos en falta una estrategia clara de la Junta respecto a las universidades privadas”, apunta Oliva. Por su parte, desde CCOO apuntan a la titulitis que domina el mercado universitario. “El PP aplica la normativa anterior, que es mucho más laxa que la actual (640/2021) y que sirve para habilitar chiringuitos universitarios, más que centros de excelencia”, dice Martos.

Las dos nuevas universidades han visto como se añadían enmiendas de última hora a sus proyectos en la comisión parlamentaria, referentes a los programas de doctorado y másteres, “como si esos aspectos fueran fruto de la improvisación”, lamentan desde CCOO.

La oferta académica inicial de la universidad CEU Fernando III constará de diez grados, seis másteres y dos programas de doctorado distribuidas en una nueva Facultad de Ciencias Empresariales y Jurídicas, una Escuela Politécnica Superior y una Facultad de Humanidades, Educación y Deporte.

Por otro lado, la Universidad Tecnológica Atlántico-Mediterráneo cuenta con once grados, ocho másteres y dos programas de doctorado que se asentarán en torno a una Facultad de Empresa Digital, Tecnología y Derecho, Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales y una Facultad de Ciencias de la Salud en modalidad no presencial. 

“Lo grave es que la oferta formativa es redundante y no trae un valor añadido al panorama andaluz”, dice el presidente de los rectores de las Universidades públicas andaluzas, Francisco Oliva. Una universidad es mucho más que un ente que expide títulos y da competencias en ciertas materias. Como espacio social y transversal, está llamada a formar no a profesionales, sino a personas y a una ciudadanía crítica.