Casi increíble si no fuera porque es verdad. Una situación fantasmagórica es la que se propone para el servicio de ambulancias del sistema sanitario público de Extremadura.
Ambuvital, la empresa concesionaria de las ambulancias de la región, pretende que los conductores de guardia esperen en sus hogares a que haya un aviso, teniendo que desplazarse entonces hasta el centro de salud para subir al vehículo y atender el servicio demandado. Un escenario que conllevaría un enorme retraso en la atención de emergencias y otros avisos, con el consiguiente riesgo para los pacientes.
FACUA Extremadura ha rechazado este nuevo modelo que la empresa concesionaria del servicio de ambulancias de la comunidad, Ambuvital, pretende implantar en los Puntos de Atención Continuada (PAC), al considerar que supondrá una merma y un retraso considerable en la atención de emergencias y otros avisos.
La asociación había dirigido un escrito mostrando su preocupación sobre este asunto a la Defensora de los Usuarios del Sistema Público de Extremadura, que ahora ha comunicado que abre un expediente para investigar los hechos. Este nuevo modelo de Ambuvital supone que los conductores de ambulancias que estén de guardia deben esperar en sus hogares a que haya un aviso, desplazarse entonces hasta el centro de salud para subir al vehículo y atender el servicio.
En su respuesta a la petición de la organización de consumidores, la Defensora ha comunicado que ya ha “procedido a realizar gestiones respecto a la cuestión que expone en su escrito” para recabar, entre otra información, “la posible repercusión que tendría en los usuarios y pacientes del Servicio Extremeño de Salud”.
La salud y la vida de la persona pueden depender de la rápida actuación
La asociación señalaba en su escrito que dicho proceder de Ambuvital supone un aumento considerable del tiempo de respuesta de las ambulancias, en un servicio en el que la actuación debe realizarse con la mayor celeridad posible. Reducir los minutos que los servicios sanitarios tardan en llegar al lugar donde se encuentra el paciente resulta esencial en casos de emergencia, puesto que la salud y la vida de la persona pueden depender de la rápida actuación del personal sanitario.
Así, la implantación de este nuevo modelo supondría un grave detrimento de un servicio esencial, que puede llegar a poner en riesgo a los ciudadanos. Obligar a los conductores a desplazarse desde sus hogares a los centros de salud —teniendo en cuenta la distancia que puede haber entre ambos, además de otros posibles inconvenientes— conllevaría perder un valioso tiempo para la atención de la persona que necesita el servicio.