Después de tres años con Madrid Decide, el nuevo gobierno municipal, conformado por José Luis Martínez Almeida y Begoña Villacís, ha puesto fin a los presupuestos participativos que impulsó Manuela Carmena. Así lo anunciaron desde la corporación municipal, asegurando que se encontraron con una “bola de nieve” de 1.000 proyectos sin ejecutar.

La concejala de Ciudadanos, Silvia Saavedra, confirmó que las cuentas de 2020 no tendrán reflejados una partida destinada a la financiación participativa para una nueva convocatoria. No obstante, sí contará con 51 millones de euros destinados a la ejecución de 75 proyectos que estaban en tramitación, amén del traslado de otros a “contratos marco del área”. Eso sí, algunos se han declarado como “inviables” y se quedan en un cajón.

Así lo ha explicado Saavedra, quien ha aludido a la “bola de nieve” que se encontraron al llegar al Palacio de Cibeles. “Nos encontramos 1.000 proyectos sin ejecutar. Los hemos ordenado y los que estaban parado los hemos seguido tramitando. Estamos intentando arreglarlo porque nos parece algo muy positivo”, ha declarado Saavedra.

La actual corporación municipal no ha puesto una convocatoria y ha asegurado que este ejercicio sólo tramitará los proyectos que quedan por ejecutar, por lo que se recortará en las inversiones en dicha partida.

“Creemos en ello, pero nos vamos a comprometer a sacar una cantidad que podamos realizar. Si son 30 millones, 30 millones. O 40”, destacaba la edil naranja. El gobierno municipal que regía Manuela Carmena realizó una inversión en 2016 y 2017 de 60 millones en esta partida. Sin embargo, en 2018 y este mismo año se incrementó hasta los 100 millones.

Proyectos parados

A finales del año pasado, la corporación de Manuela Carmena sólo terminó el 18% de los proyectos ganadores. Es decir, 100 propuestas de las 523 que existían, sin contar los del año 2018, por supuesto.

Ciudadanos ha criticado al anterior ejecutivo municipal por “falta de implicación de las áreas de gobierno” para explicar los datos. Más Madrid, por su parte, considera que no existe un “plan claro” sobre qué hacer con los presupuestos participativos y considera que su no convocatoria para este 2020 entronca con una rendición a las “exigencias” de la ultraderecha. Además, consideran que el “señalamiento de Vox al tejido social está condicionando” al partido liberal.