Las organizaciones profesionales agrarias, ASAJA Castilla y León, la Alianza UPA-COAG y la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) trasladaron este jueves a las calles de Valladolid su protesta ante el inmovilismo del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, al que acusan de “no haber dicho esta boca es mía” ante la sequía, y a la Consejería de Agricultura de Vox, que “no ha presupuestado ni un solo euro” para ayudar al campo “devastado por las consecuencias de la sequía”.

Agricultores y ganaderos de toda la Comunidad Autónoma participaron en la movilización, que partió de las puertas de la Delegación del Gobierno de España, al que acusan de haber planteado “medidas exiguas y que penalizan a Castilla y León”, y concluyó frente a la Consejería de Agricultura, que ni siquiera ha adoptado medida alguna.

Los agricultores también demandan la implicación de Bruselas, que, en su opinión, “tiene que activar ya la reserva de crisis de la PAC para proteger al sector agroganadero español”.

Una de las peores cosechas de los últimos años

Las estimaciones que barajan sobre la posible cosecha en Castilla y León coinciden en que será “de las peores de los últimos años, al nivel de la pésima campaña de 2017”, con unas pérdidas que el presidente de ASAJA Castilla y León, Donaciano Dujo, cifró en torno a los 2.000 millones de euros, a lo que añaden los “costes disparados”, que suponen un “descalabro económico” para las explotaciones.

La sequía también golpea al sector ganadero, que lleva meses sin disponer de pastos de calidad, con unos piensos muy caros y paja y forraje que cotizan a precios desorbitados y nunca conocidos, afirman.

El desánimo en el campo, señalan, es grande, y auguran que “lo peor está por venir, tanto en el plano ganadero, puesto que hay que seguir alimentando día a día a los animales, como en el agrícola, porque las cuentas están ya en números rojos y en septiembre hay que afrontar sin liquidez una nueva campaña”.

Las organizaciones agrarias reclaman ayudas directas y urgentes que ofrezcan oxígeno a los agricultores y ganaderos para mantener sus explotaciones, así como una revisión completa de los requisitos de la nueva PAC.

Sin interlocución con Vox

“En Castilla y León”, bramaron al inicio de la manifestación los portavoces de las organizaciones agrarias, “el gobierno autonómico, que siempre ha sido ejemplo de estar al lado del sector, hasta hoy no ha dicho esta boca es mía, no ha declarado Castilla y León en estado de sequía, no ha puesto ninguna ayuda directa, ni financiación, no hay interlocución; el Gobierno de Castilla y León está dando las espaldas al campo”, en palabras de Dujo.

Durante una sequía que calificaron como “la peor de los últimos treinta años”, las organizaciones agrarias lamentaron la escasez de las medidas del Ministerio, pero especialmente, el hecho de que, frente a la actitud de otras comunidades autónomas, que han complementado las ayudas del Real Decreto del Gobierno de España, el equipo de PP y Vox en Castilla y León no ha dado muestras de apoyar al campo “que tanto quieren con hechos y no palabras”, afirmaba Lorenzo Rivera, coordinador de la Alianza UPA-COAG.

Por su parte, Jesús Manuel González Palacín, de UCCL, que calificó de “situación catastrófica” la “pésima cosecha en casi la totalidad de Castilla y León”, con pérdidas de 600 euros por hectárea, afirmó que las medidas del Ministerio son “ridículas para la que está cayendo” en una región agrícola y ganadera “por excelencia”, pero subrayó que es “de vergüenza” la actitud del Gobierno Autonómico, que no ha concretado ni un solo euro.

“El campo está en la UVI”, dijo, “y somos el primer eslabón de una cadena muy larga, al que siguen la industria y los servicios”.

“Es el momento de que se sienten a la mesa y negociemos las medidas, no me valen ayudas anunciadas en el Consejo de Gobierno, hay que negociar para dar viabilidad a las explotaciones”, señaló.

“Hoy es el primer toque de atención”, advirtieron los representantes de las OPAS, “pero la próxima posiblemente será en Madrid y esperamos que se muevan fichas”.