El proceso de vacunación contra el coronavirus de los mayores de 80 años residentes en el medio rural de Castilla y León está provocando la proliferación de quejas y denuncias de muchos de los alcaldes de diferentes pueblos. Desde la Junta han desarrollado el mecanismo de que sean las personas las que se desplacen largas distancias, en lugar de llevar la vacuna a lugares más próximos, teniendo en cuenta también que se trata de personas mayores que no se pueden mover por sus propios medios.

Este es el caso del Área Básica de Salud de Fabero, en León, donde los alcaldes de sus municipios han manifestado su malestar ante la decisión de la Junta de trasladar a los vecinos octogenarios hasta Ponferrada, al Hospital El Bierzo, para inyectarles la vacuna. Las distancias con respecto a algunos pueblos superan los cien kilómetros entre la ida y la vuelta.

“No parece la decisión más correcta desplazar a todas estas personas tan mayores cuando se ha demostrado ya que en el ámbito más cercano se ha podido y se puede realizar esta labor”, aseguran los regidores del área de Fabero en un comunicado conjunto. La situación se agrava cuando se tiene en cuenta que en muchos casos no existe un servicio de transporte público.

Igea lo ve “sensato y razonable”

“Cualquiera con un poco de sentido común entiende que es más fácil que las personas vayan al centro de vacunación a que el centro de vacunación vaya a las personas”, remarcó el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, en una rueda de prensa en respuesta a estas quejas de alcaldes leoneses. Además, el también portavoz del Gobierno autonómico argumentó que “en el medio rural hay coches particulares y es normal que la gente se mueva a las ciudades”.

Asimismo, Igea defendió que es una cuestión “logística sensata y razonable”, que persigue centralizar el proceso de vacunación para agilizar el ritmo de administración, y que esa planificación no es “nada exótico”.

La justificación de la Delegación Territorial en León

Posteriormente, la Delegación Territorial de la Junta en León enmendó las palabras del vicepresidente, asegurando que el proceso de vacunación para mayores de 80 años en la carpa instalada en el exterior del Hospital El Bierzo es “voluntario” y que las personas de este colectivo que no quieran desplazarse recibirán su dosis “más adelante”.