Esta voluminosa novela, de casi 800 páginas, obtuvo el Premio Man Booker de Ficción del año pasado. Cuenta una historia que, probablemente, ya estaba olvidada: en diciembre de 1976 unos hombres entraron en la casa de Bob Marley en Kingston (Jamaica) y trataron de asesinarlo. El músico ("El Cantante", como lo llaman en el libro) salió vivo de aquella trampa y un par de días después intervino en un concierto para promover la paz y calmar los ánimos entre las bandas callejeras. Se sospechaba que Marley estaba apoyando con este show al People's National Party (PNP, Partido Nacional del Pueblo), lo que indica que el atentado contra su vida provino del Jamaican Labour Party (JLP, Partido Laborista de Jamaica). En Kingston las bandas estaban politizadas. Uno de los personajes, Papa-Lo, lo explica en la página 40: Yo domino todo esto. Eight Lanes es del People's National Party y de sus cosas se encargan ellos. Luego está el territorio intermedio, por el que tenemos que luchar y a veces hasta perdemos. Él [Bob Marley] antes vivía en Trenchtown, y hay gente que lo considera un esbirro del PNP. Pero yo me dejaría disparar por él y él se dejaría disparar por mí.

Partiendo de ese eje central (la conspiración y el intento de asesinato del músico), Marlon James ha escrito una novela épica y ambiciosa que reconstruye aquel suceso, recrea los enfrentamientos entre los mafiosos jamaicanos, sigue las vidas de algunos personajes que tratan de vivir al margen de la violencia, se extiende a otras regiones (Cuba, Miami, Nueva York… sin olvidar las menciones indirectas a Londres o Medellín) e incluso se adentra en las guerras del crack de algunas bandas neoyorquinas de los 80. Breve historia de siete asesinatos abarca desde 1976 hasta 1991 y recalca, entre líneas, que los actos tienen consecuencias que afectan directa o indirectamente a otras personas, y que el pasado siempre regresa hasta que algunos pagan por sus errores o por sus crímenes u obtienen el perdón. Es el caso de un periodista (Alex Pierce) que hace las preguntas equivocadas a un gángster, y estará durante años en su punto de mira. O el de Nina Burgess, uno de los mejores personajes del libro, que irá cambiando de lugar de residencia y de identidad (Kim Clarke, Dorcas Palmer, Millicent Segree) para escapar del pasado de drogas y de crueldad que para ella representa Jamaica.

Una de las virtudes del estilo de Marlon James (también autor de las novelas John Crow's Devil y The Book of Night Women) es que se ha servido de una estructura polifónica para recrear los episodios, algunos reales, otros ficticios: así, la historia la van contando los personajes, tanto vivos como muertos, en monólogos donde uno observa atónito su talento para reproducir el habla popular, la jerga jamaicana o la formalidad de quienes trabajan en el lado de la ley. Hay mafiosos, desempleados, políticos, agentes de la CIA, pandilleros, espías, traficantes… Todos juntos crean un tornado de tensiones y actos violentos. Como dice el pandillero Bam-Bam: Esto es el gueto, ¡eh! Las razones son pa los ricos. Nosotros tenemos la locura. La atmósfera del libro recuerda a la película Ciudad de Dios, y su narrativa coral remite al filme JFK. Es una especie de cruce entre ambos, sin olvidar el esfuerzo estilístico de su autor (aquí podemos evocar La maravillosa vida breve de Óscar Wao, de Junot Díaz), que Javier Calvo ha traducido con la colaboración de Wendy Guerra: la de ambos ha sido, qué duda cabe, una tarea titánica.