La LFP y la Comisión Antiviolencia, con o sin la ayuda de la RFEF están dispuestos a erradicar la violencia en el fútbol tanto a nivel verbal como físico y no están dispuestos a pasar por alto ningún caso de este tipo. El último afectado por la incultura de algunos de sus aficionados ha sido el Real Betis Balompié.

Y es que en la sentencia del caso del Real Betis se ha propuesto el cierre parcial de una parte del estadio, concretamente la tribuna lateral desde la que se profirieron los cánticos ofensivos. Pongámonos en materia. Rubén Castro, jugador y estrella del equipo verdiblanco, está en medio de una acusación por maltrato y amenazas ante su ex novia. Los indicios y los juicios han sido múltiples desde que se llevara a cabo la denuncia pero todavía no hay sentencia al respecto, por lo que no se puede decir que el brillante delantero canario sea ni culpable ni inocente de las acusaciones.
 

 


Pues bien, teniendo en cuenta que es un caso público y que evidentemente salió a la luz cuando supuestamente se produjo, todo el mundo del fútbol está al tanto de la situación. Más si cabe los aficionados del Betis, como hicieron saber el pasado fin de semana. En el último partido en el Benito Villamarín los radicales verdiblancos profirieron unos cánticos absolutamente fuera de lugar y cien por cien condenables contra la ex novia de Rubén Castro justificando la presunta agresión y apoyándola. Sin duda, una situación esperpéntica cargada de machismo e incitación a la violencia de género que denota claramente el nivel cultural de estos energúmenos. Todo esto en un campo de fútbol. Ya me dirán que tiene que ver una cosa con la otra.

Así, tras el rechazo de toda la cúpula del beticismo a estos cánticos e incluso del entrenador del equipo, Pepe Mel, la propuesta del cierre de esa parte de la grada es firme. El Betis recurrirá porque se siente “discriminado” aludiendo a que esta decisión afectará a 4.500 aficionados, algo que le parece una medida excesiva teniendo en cuenta que no fueron todos ellos ni mucho menos los que entonaron dicha canción.

Realmente la sanción, si finalmente se lleva a cabo, puede considerarse injusta teniendo en cuenta este último argumento pero desde mi punto de vista no tengo duda alguna de que las medidas deben ser contundentes para erradicar este tipo de actitudes en los campos de fútbol. Y todo apunta, después del incidente en el partido entre el Atlético de Madrid y el Deportivo de La Coruña, que se tiene la intención de que así suceda.

Mientras tanto, el Real Betis Balompié tendrá que seguir peleando por regresar a la Liga BBVA del balompié español realizando un fútbol atractivo para que sus aficionados se centren únicamente en disfrutar con su equipo y animarle tanto desde la grada como desde sus casas. Sin duda, los de Pepe Mel son uno de los favoritos a alcanzar el ascenso. Esperemos que todo ello se consiga sin volver a vivir incidentes como los del último partido en el Benito Villamarín.