Este jueves, en rueda de prensa en Lisboa tras su reunión con el presidente portugués Aníbal Cavaco Silva, Mariano Rajoy defendió los recortes de su número dos porque, según dijo, “sirven para atender las políticas sociales de hoy” y para que España pueda “crecer en el futuro y crear empleo”. “Está haciendo lo que hay hacer”, sentenció el líder conservador.

El "plan de reorganización"
En la Comunidad Valenciana, el sucesor de Camps, Alberto Fabra, anunció sus propios recortes tras reunirse en el Palau de la Generalitat con los líderes de la oposición.
Según aseguró Fabra, la Generalitat presentará lo que llamó un "plan de reorganización" de la Administración Pública y que no es más que un recorte del 20% del gasto público, que en dinero representa 400 millones de euros.

Tirar del Gobierno central
Para equilibrar su ahorro, Fabra pretende que el Gobierno central pague “la deuda histórica” de la Comunidad Valenciana, fijada en 7.300 millones de euros. Es su segunda propuesta después del Plan de Austeridad que presentó a finales de julio y que prevé un ahorro de 680 millones, que afectarán a servicios básicos como educación y sanidad, según datos de Público.

"Reorganización de la sanidad"
En la misma línea, Murcia, donde gobierna el popular Ramón Luis Valcárcel, llevará a cabo su segundo gran tijeretazo, después del aplicado en diciembre pasado, cuando recortó el Presupuesto en 1.000 millones. Valcárcel pretende reducir el presupuesto en un 18%, unos 800 millones. Pero solo ha anunciado las cifras y no ha dado detalles de dónde recortará y cuántos empleos públicos se llevará por delante. Ha dejado entrever que espera ahorrar 30 millones con “la reorganización de la sanidad”, según las palabras del consejero de Economía, Salvador Marín.