Viajar es uno de los mayores hobbies de la sociedad actual, y cada año miles y miles de personas hacen sus maletas y emprenden el camino a descubrir un nuevo destino. Y aunque cada viaje es diferente, hay una cosa que nunca cambia: los fallos que se comenten.

Hay fallos de todos los tipos: elegir mal las fechas, planificar demasiado (o demasiado poco), no revisar la documentación, dejar lo importante para última hora... En este artículo hablamos con Angela, fundadora de Comiviajeros, uno de los blogs de viajes más leídos en español, de todos ellos y nos da las claves para poder prevenirlos antes de salir de casa.

P: ¿Cuáles dirías que son los errores más comunes que solemos cometer cuando organizamos un viaje?

R: Diría que lo más habitual es querer abarcar demasiado en poco tiempo. Tenemos tendencia a llenar los itinerarios hasta el último minuto, pensando que así vamos a aprovechar más el viaje, pero lo que se consigue haciendo eso es justo lo contrario: terminas más cansado, no disfrutas tanto del destino y acabas con la sensación de haber "tachado" lugares en vez de vivirlos y disfrutarlos.

También es bastante común no revisar la documentación o los requisitos de entrada hasta el último momento y subestimar la importancia de la planificación previa. Normalmente dejamos cosas importantes como traslados, seguros o cambio de divisa para el final sin ser conscientes de que puede salir bastante caro, ya sea en tiempo o dinero.

Y por supuesto, otro gran error es no informarse sobre el destino que se va a visitar, considero que es importante conocer su cultura, su clima o incluso sus horarios.

P: Por lo general, ¿crees que pecamos más de exceso o de falta de organización?

R: De ambos. Hay viajeros que lo planifican absolutamente todo y se olvidan de dejar espacio para la improvisación, y otros que no organizan nada y luego se encuentran con entradas agotadas o alojamientos que se van de precio. Creo que la clave está en encontrar el equilibrio.

La planificación es importante, pero con planificar lo esencial es suficiente: vuelos, alojamientos, seguros, entradas importantes y lugares imprescindibles que visitar. Todo lo demás puede quedar abierto, es más, a veces las mejores experiencias surgen cuando algo se sale del guión, aunque esto solo se disfruta si la base está bien hecha.

En Comiviajeros siempre decimos que el viaje empieza antes de hacer la maleta. Y es así. Una buena organización te permite disfrutar más, pero también improvisar sin miedo porque tienes lo importante bajo control.

P: ¿Cuál es la documentación que hay que revisar sí o sí antes de cualquier viaje?

R: Esto parece muy básico, pero hay muchísima gente que se da cuenta demasiado tarde de que su pasaporte está caducado o de que no tiene los visados necesarios. Antes de cualquier viaje hay que revisar tres cosas fundamentales: la validez del pasaporte, los visados y permisos de entrada y los seguros y coberturas sanitarias.

Y a esto añadiría los requisitos sanitarios, como pueden ser vacunas, certificados o incluso pruebas específicas. Además es importante llevar copias digitales de toda la documentación: pasaporte, reservas, tarjetas de embarque o justificantes de alojamiento. Hoy en día parece que tenemos todo en el móvil, pero los imprevistos técnicos ocurren, y mucho más de lo que pensamos.

P: En los viajes internacionales, ¿influye mucho ir sin seguro de viaje?

R: Muchísimo. Es un error que todavía se comete con bastante frecuencia, posiblemente porque tenemos instaurado el típico pensamiento de "a mí no me va a pasar nada". Pero la realidad es que pasa, y mucho más de lo que creemos. Viajar sin seguro hoy en día se puede convertir en un problema bastante grande. De hecho, es que hay países en los que ya es obligatorio viajar con seguro, sino, no entras. Por no hablar de lo que puede costar una simple consulta médica u hospitalización en un país como Estados Unidos o Japón, por ejemplo.

Se tiende a pensar que el seguro médico solo cubre urgencias médicas y no es así, incluye otras cosas muy importantes como: repatriación médica, cancelaciones de viaje, pérdidas de equipaje o retrasos en el vuelo. Es una forma de viajar con tranquilidad, sabiendo que si ocurre algo, no vas a tener que preocuparte.

P: Y en cuanto al tema del equipaje, ¿crees que siempre llevamos más de lo que necesitamos? ¿Cómo podemos evitarlo?

R: Casi siempre. Solemos preparar la maleta pensando en "por si acaso" y no en lo que realmente vamos a usar. Al final terminamos cargando con peso innecesario y perdiendo tiempo buscando cosas. La mejor solución (y lo que a mí me ha funciona mejor) es hacer una lista y ceñirse a ella. Antes de meter nada, conviene revisar la previsión del tiempo y el tipo de actividades que se van a hacer. También ayuda pensar en prendas versátiles, cómodas y combinables. Un truco es dejar siempre todo preparado encima de una superficie para poder ver bien qué nos estamos llevando, así se puede ver de forma más clara si nos falta algo o si estamos llevando cosas innecesarias.

P: ¿Cuáles crees que son los errores más típicos que solemos cometer a la hora de reservar vuelos y alojamientos?

R: Lo principal es dejarlo todo para el último momento. Se tiende a pensar que los precios van a bajar, pero lo que pasa realmente es todo lo contrario. Otro error común es no leer la letra pequeña en políticas de cancelación, tasas adicionales o la ubicación exacta del alojamiento.

También es un clásico no comprobar bien las conexiones de los vuelos. A veces una escala demasiado corta o un cambio de aeropuerto puede poner en riesgo todo el viaje. En cuanto a los alojamientos, mucha gente los elige fijándose únicamente en precio o fotos, y luego se lleva la sorpresa con la distancia al centro o la falta de transporte público a su alrededor.

Mi consejo es comparar en varias webs y hacerlo con tiempo. Hay herramientas que permiten filtrar por ubicación, servicios y valoraciones. A largo plazo, ese tiempo que has invertido en hacer la búsqueda se nota muchísimo en la experiencia.

P: ¿La falta de información del destino es clave en muchos fallos?

R: Sí, sin duda. Saber dónde vas es una de las bases para que el viaje salga bien. A veces no es cuestión de leer mil blogs (aunque ayudan bastante), sino de tener toda la información importante y práctica ordenada. Por ejemplo, es importante informarse previamente sobre cómo moverse, qué ver, qué zonas evitar o incluso dónde alojarse.

Cuando no conoces el destino, todo cuesta más. Un buen ejemplo de esto son los horarios, hay países donde los museos cierran los lunes o donde comer después de las dos de la tarde es prácticamente una misión imposible. Y lo mismo pasa con los transportes, no saber que una carretera se corta a cierta hora o que los trenes se llenan con dos semanas de antelación puede complicar bastante el viaje.

Por este motivo, en Comiviajeros siempre ofrecemos guías muy completas, con detalles reales y actualizados, porque al final la información es lo que transforma un viaje normal en uno redondo.

P: ¿Crees que la tecnología ayuda a que viajemos mejor o nos distrae?

R: Depende de cómo se use. La tecnología ha facilitado mucho la forma de viajar, ahora podemos reservar sobre la marcha, traducir carteles, usar mapas offline o incluso diseñar itinerarios con la ayuda de la inteligencia artificial. El problema aparece cuando dependemos demasiado del móvil y dejamos de observar. Por supuesto que hay que aprovechar las herramientas digitales, pero sin perder el contacto con lo que pasa alrededor. A mí me gusta usar la tecnología para planificar y optimizar, pero no para decidirlo todo. El equilibrio está en que las apps trabajen para ti, no al revés.

P: ¿Qué tres consejos prácticos le darías a alguien que va a viajar por libre por primera vez?

R: Primero de todo, que planifique lo esencial y no se obsesione con cada detalle, porque realmente la clave está en tener un equilibrio entre organización y libertad.

En segundo lugar, que viaje con la mente completamente abierta. Es imposible que todo salga perfecto, pero hay que aprender que muchas veces gracias a los imprevistos surgen los mejores momentos del viaje.

Y por último, diría que es imprescindible no escatimar en lo básico: salud, seguridad y documentación. Un buen seguro, una copia de los documentos y el sentido común son los mejores compañeros de viaje.

P: ¿El presupuesto es el gran talón de Aquiles de los viajes?

R: Sí, y no sólo por lo que gastamos, sino por cómo lo planificamos. Mucha gente hace cuentas contando únicamente los vuelos y el alojamiento, pero se olvidan de lo demás: traslados, entradas, comidas, propinas o equipaje extra.

Lo ideal es preparar un presupuesto realista y añadir siempre un margen del 10 o 15% para imprevistos. Es increíble la diferencia que marca tener ese colchón. También es importante (y ayuda mucho) saber priorizar gastos. Por ejemplo, en la mayoría de las situaciones es preferible invertir un poco más en una buena experiencia o en un alojamiento bien ubicado que en otras cosas, porque ambos son dos aspectos que pueden mejorar significativamente el viaje.

En resumen, hay que priorizar gastos y no recortar en lo que de verdad importa.

P: ¿Las redes sociales generan expectativas irreales de los viajes?

R:  Sí, totalmente. Las redes muestran solo el lado perfecto: playas de infarto vacías, amanecer sin gente, fotos impecables... Pero detrás de todo eso suele haber madrugones, esperas e incluso decepciones.

Desde Comiviajeros siempre intentamos mostrar el viaje tal y como es, con sus luces y sombras. Idealizar un destino no tiene nada de malo, siempre y cuando se haga desde la desinformación y no desde la comparación. Las redes son una herramienta increíble para obtener inspiración, pero hay que recordar que lo que se ve en una foto es solo un instante, ni mucho menos toda la experiencia.

P: ¿Es mejor hacer un itinerario cargado o uno que deje mucho margen a la improvisación?

R: Personalmente, prefiero los itinerarios con ritmo pero con aire para respirar. Aunque en Comiviajeros somos muy cañeros en los viajes y exprimimos al máximo cada destino, también nos centramos en disfrutar y no ir corriendo de un sitio a otro con el reloj en la mano, porque al final un viaje está para disfrutarlo.

Nuestros itinerarios son muy completos, pero también somos muy realistas y así se lo hacemos saber a nuestros lectores, si a nosotros no nos ha dado tiempo a ver algo, lo decimos, aunque igualmente siempre lo incluimos por si quienes nos leen sí que quieren visitarlo.

Aunque es importante hacer buenos itinerarios para exprimir los destinos, es igual de importante dejar momentos donde reine la improvisación. Cuando llenas los días al máximo, no sólo te cansas más, sino que reduces la capacidad de disfrutar. En cambio, si dejas un margen a la improvisación, siempre puedes añadir cosas sobre la marcha sin estrés.

Mi recomendación es marcar los imprescindibles de cada día y dejar el resto libre. Así aprovechas el tiempo sin convertir el viaje en una maratón.

P: ¿Cuánto crees que importa saber sobre las costumbres y cultura del lugar al que se viaja?

R: Muchísimo. Entender la cultura local cambia la experiencia por completo. Conocerla hace que podamos evitar errores y que conectemos de verdad con el destino que vamos a visitar.

Informarse sobre normas, horarios, comidas, religión... Son cosas básicas, pero que te ayudan a moverte por el destino con respeto y empatía. Además, los locales lo perciben y suelen responder de la misma manera.

Creo que esa es la esencia de viajar, no se trata solo de visitar destinos nuevos, sino de entender cómo vive la gente en ellos. Aprender de otras formas de vida te hace crecer y te cambia como viajero.

P: Si solo pudieras dar un consejo para evitar la mayoría de errores, ¿cuál sería?

R: Que se planifique con sentido común y se viaje con flexibilidad.

No hay una fórmula mágica, pero tener una buena base organizada (alojamientos, seguros, documentos...) te da libertad para poder disfrutar sin preocupaciones. A partir de ahí, todo lo demás son matices: adaptarte, observar, respetar y dejar que el viaje fluya.

Al final, los errores forman parte del aprendizaje. Y lo importante es que cada viaje te sirva para hacerlo un poco mejor el siguiente.

--

Contenido patrocinado