Ahorrar siempre es una buena decisión, especialmente cuando se trata de hacerlo a largo plazo para nuestro yo del futuro y nuestra familia. En este contexto, la renta variable surge como una de las opciones más atractiva. ¿Pero realmente vale la pena invertir en este tipo de vehículos financieros? La realidad es que sí.
Por tanto, la pregunta es realmente el porqué. La renta variable no solo ofrece una oportunidad a largo plazo, sino que también puede ser un vehículo para alcanzar metas financieras ambiciosas. Sin embargo, más allá de la intención de ahorro y de la complejidad que supone tomar este tipo de decisión, es recomendable contar con un buen experto y es aquí donde yace la importancia de elegir las mejores gestoras de fondos.
¿Qué es la renta variable?
La renta variable es lo que se conoce como invertir en acciones de empresas. A diferencia de otros activos, ofrece al inversor la posibilidad de formar parte del crecimiento de estas. Por tanto, la renta variable es un término financiero con el cual se describe un activo cuyo valor no es fijo, sino que se somete a diferentes factores que afectan su valor: la oferta y demanda, la situación económica y social del país de origen de la empresa, entre otros.
Entre las características de la renta variable podemos encontrar las siguientes:
- Es un tipo de inversión que se basa en la compra de acciones de empresas que cotizan en la bolsa de valores.
- La rentabilidad de esta varía en función de la evolución de los mercados financieros, y de la situación económica de la empresa en la que se invierte.
- Por ser un valor de alta volatilidad en su mercado, este puede ser bastante rentable a largo plazo, pero también se somete a caídas de mercado que implican una pérdida del capital invertido.
- Es una inversión ideal para quienes buscan diversificar su cartera de inversión y están dispuestos a asumir cierto nivel de riesgos.
Además, podemos dividir estos activos en diferentes tipos.
- Acciones.
- Bonos convertibles.
- Fondos de inversión.
- Acciones preferentes.
- ETF’s (exchange traded funds).
- Derivados financieros.
- Valores de renta variable extranjeros.
- Recursos naturales y energéticos.
- Pequeñas y medianas empresas.
- Empresas de tecnología.
Las acciones de renta variable son un recurso financiero especialmente orientado para aquellos con un perfil de riesgo ligeramente elevado, a cambio de una rentabilidad más volátil pero también con un alto potencial de crecimiento. En este punto, hay que decir que funcionan bastante bien como un medio para diversificar una cartera de inversiones preexistente o nueva, o para buscar rentabilidad comercial en un valor comercial diversificado.
¿Por qué elegir la renta variable para el ahorro?
Tomar la decisión de ahorrar en fondos de renta variable puede ser una elección estratégica que ofrece varias ventajas. Veamos algunas de las razones por las cuales es atractivo invertir en renta variable:
- Potencial de una muy alta rentabilidad. La tienda variable tiende a ofrecer rendimientos a largo plazo, lo que puede traducirse en rendimientos superiores a otros tipos de activos como los bonos o las cuentas de ahorro. En algunos casos, las acciones pueden rendir beneficios anuales superiores al 7%, lo que puede hacer que tu inversión crezca considerablemente con el tiempo.
- Protección contra la inflación. Hay quienes eligen la renta variable por ser una buena cobertura contra la inflación. Esto sucede porque a medida que los precios suben, las empresas aumentan el valor de sus productos y servicios, lo que a menudo se traduce en mayores ingresos y utilidades para los accionistas.
- Diversificación de inversiones. Invertir en renta variable es una opción para ampliar la diversificación de tu cartera financiera. A través de variables como los fondos de inversión o los ETF’s. se puede acceder a diferentes sectores, lo que ayuda a reducir el riesgo porque no dependes de un solo activo para obtener ingresos.
- Ingresos pasivos. Muchas empresas que cotizan en bolsas suelen repartir dividendos, lo que significa un flujo de ingresos extra para los inversores. Esto puede ser atractivo, especialmente para quien busca ahorrar y obtener ingresos pasivos con el tiempo.
Si bien la renta variable puede conllevar riesgos como la volatilidad de mercado y la posibilidad de pérdidas, los beneficios a largo plazo también son algo a tener en cuenta cuando se evalúa la inversión en renta variable.
Minimiza el riesgo
Todo esto requiere de asesoría, especialmente por el nivel de riesgo que conlleva este tipo de inversiones. El objetivo es avanzar tomando decisiones que incrementen la rentabilidad y diminuyan el nivel de riesgos asumidos en la medida de lo posible, siempre siguiendo el perfil de cada inversor. Justo aquí es cuando brillan las gestoras de fondos de inversión especializada como Horos Asset Management. Una gestora dedica la mayor parte de su tiempo a analizar y estudiar compañías. Examinan minuciosamente el negocio, sus cuentas, su competencia y sus proveedores, identificando las posibles oportunidades o riesgos que puedan surgir al invertir en ellas.
Horos ha sido reconocida en 2024 por la empresa VDOS como la gestora española de renta variable líder en rentabilidad en los últimos cinco años. Un factor importante para esta gestora es adherirse a su filosofía de inversión basada en valor (lo que se conoce como 'value investing') buscando rendimientos positivos en empresas donde, tras un exhaustivo análisis, se ofrezca un margen de seguridad elevado y un valor superior al precio de cotización en el mercado de valores. Esta filosofía de inversión ha demostrado su éxito a lo largo de la historia.
Si estás en busca de dónde colocar tu dinero para obtener rentabilidad gracias a la renta variable, no dudes en contactar a Horos Asset Management.
--
Contenido patrocinado