Aparte de sembrar el amor, First Dates es una fábrica de momentazos de nuestra pequeña pantalla. Este lunes, 17 de febrero, el programa de Cuatro intentaba juntar a dos polos totalmente opuestos: Mónica, una joven taurina, muy religiosa y seguidora de Vox; y José, un veinteañero que llegó en chándal cuyo ídolo político es Javier Milei. Al final de la cita, ella le terminaba dando calabazas por no ser lo suficientemente hombre.
Mónica es una joven de 18 años, opositora para Guardia Civil de tráfico, que no tiene del todo claro si se parece a Rosalía o a Victoria Federica. Lo que sí asegura es que es "más pija que casual y más casual que choni": "En chándal nunca", decía. Por ello, su cita se le atragantaba nada más verle. José, de 20 años, no llevaba los chinos ni la camisa que ella esperaba, sino que se presentaba con el que debía ser el chándal para las ocasiones especiales.
Ella misma le confesaba a Carlos Sobera que le gustaba "Vox, los toros y la caza", algo que siempre ha practicado junto a sus cuñados. Decepción número dos, puesto que José no sabía ni lo que era las Ventas: "Sé que hay una estación de metro", intentaba adivinar, antes de que ella le hiciera buscar en Google.
Aunque siempre se dice que en una mesa no se habla de política, los jóvenes decidieron obviar el consejo: "No quiero que me digas que eres de Vox, pero no me digas que eres de Sumar, eso no te lo permito", le decía, aunque ella ya había reconocido seguir a la formación liderada por Santiago Abascal. Por su parte, José, como ya reconoció hace unos meses en su primer paso por First Dates, idolatra al presidente de Argentina, Javier Milei.
En lo referente a la música tampoco fue un match: a José le gusta Eminem o Queen -desconocidos para la joven-, mientras que ella, fanática del flamenco, alucinaba con que , para el joven, El Rocío fuese "el agua que se queda en las hojitas". El tema de la religión tampoco le convencía a José: "Ni me va ni me viene", le decía a Mónica, creyente, asidua en misa y virgen, lo que a él le parecía "curioso, curioso sin más". El veinteañero le preguntaba si quería esperar al matrimonio para mantener relaciones sexuales y ella reconocía estar esperando a encontrar un hombre "hecho y derecho".
Pese a que claramente el hilo rojo no les había unido, tras la cita, José confesaba que sí que le gustaría tener una segunda cita con Mónica. Sin embargo, la joven le daba plantón con un argumento con el que se metía en un charco, ya que afirmaba buscar un perfil "más hombre": "Como persona, sí. Pero como prototipo, no", decía sobre él. "El tipo de chico que me gusta es más hombre. Físicamente más masculino”, añadía, provocando una tensa despedida entre ambos.