Vicente Jiménez, nuevo director general de PRISA Radio, en una fotografía oficial de PRISA.



Vicente Jiménez, antiguo subdirector de El País, será el nuevo director general de PRISA Radio, por nombramiento del consejero delegado, Andrés Cardó. Jiménez sustituirá al colombiano Alejandro Nieto Molina, que como ha venido informando ELPLURAL.COM llevaba un par de años en el disparadero, y que será emplazado ahora en la dirección general de Estrategia y Desarrollo Corporativo de PRISA Radio.

Vicente Jiménez tendrá que tomar ahora las riendas de una redacción que está en pie de guerra por una situación que consideran de ERE encubierto, tras el despido sorpresivo de siete veteranos redactores con métodos "asquerosos y humillantes". Además, el nombramiento de Jiménez, en la redacción de la Cadena SER, se interpreta como un intento de Juan Luis Cebrián de controlar más de cerca a la emisora radiofónica.

"Acelerar el crecimiento"
Desde el punto de vista oficial, la SER ha publicado un comunicado en el que señala que Jiménez llega con varios objetivos: "Acelerar el crecimiento de la compañía; consolidar y potenciar la notoriedad e influencia que las emisoras del Grupo PRISA tienen en la sociedad española, tanto en la Cadena SER como en los formatos musicales; impulsar la transformación de sus marcas en el entorno digital; y atraer nuevos perfiles de oyentes, usuarios y anunciantes".

Exiliado en El País
Aunque empezó su carrera entre 1984 y 1990 en El Periódico de Cataluña, del Grupo Zeta, fue fichado pronto por El País y en 1994 se hizo cargo de El País de las Tentaciones. Tras una etapa como redactor jefe de Madrid y Sociedad, fue nombrado subdirector general de El País en 1999. En 2005 inició su etapa como director adjunto del diario, puesto en el que estuvo durante la etapa de Javier Moreno y en el que vivió el mal trago del ERE que afectó al diario, en el que se aplicó la reforma laboral de Mariano Rajoy que criticaban en las mismas páginas. Con la polémica llegada de Antonio Caño a la dirección de El País, Jiménez recibió un exilio dorado como corresponsal en Nueva York.