El escenario de “desesperación” y la manipulación informativa de los diferentes entes públicos de las radiotelevisiones de nuestro país llevó a que, a mediados del pasado mes de marzo, los comités de empresa de estas se reunieran para poner fin a la injerencia política en su estructura interna y acordar medidas de forma coordinada y unilateral para frenar la deriva de contenido político hacia donde están yendo las radiotelevisiones públicas. 

El encuentro, fruto de la iniciativa presentada por la representación sindical de la Corporación Radio e Televisión de Galicia (CRTVG), tuvo como resultado la creación de “RTV’s Públicas en Lucha”, una alianza que con un “mismo modus operandi” se moviliza ante el “desmantelamiento de los medios públicos”

Entre los comités presentes, el de la radio televisión pública de la Comunidad de Madrid, Telemadrid, se planta ante la manipulación que el gobierno popular de Isabel Díaz Ayuso somete al servicio público de televisión, reflejado en las coberturas informativas, en los nombres que lideran y presentan espacios y en aquellos que participan en ellos. Jorge Rodera, presidente del Comité Intercentros de Telemadrid, lamenta las consecuencias que se derivan de esta manipulación, reflejado también en las audiencias. “La ciudadanía deja de verte, solo acaba viéndote un público irrisorio. Estamos en una audiencia que no llega al 5% de share, entonces al final eso lleva a un deterioro”, señala.

“Tenemos compañeros en precario que están ganando 800 euros, son fijos de plantilla que están trabajando a media jornada y que están en precario y que no se les está dando una solución de aumento de jornada y cuando pueden lo achacan a un problema de presupuesto, pero no hacen más que gastarse dinero en toros, el fútbol de primera, que no lo ve nadie”, resume sobre la situación laboral y las prioridades para la cadena.

Una problemática que se agudiza todavía más a la hora de la cobertura de información local, donde diferentes zonas de la comunidad pierden peso respecto a otras. “De la media hora que a lo mejor dedican en el informativo para la información local, más del 50% está dedicado al Ayuntamiento de Madrid, y lo que se pueda hablar de otros municipios, si no es del Partido Popular, será para atacarle o bien al alcalde, o bien al delegado del Gobierno”, detalla Rodera. Por ello, denuncia la ausencia de “equilibrio territorial” y lamenta que esta manipulación “acabe con el servicio público”. 

Proceso inverso a la externalización

Todo ello coincide con dos de los bloques en los que la alianza estructuró las problemáticas de las radiotelevisiones públicas, como son la manipulación y la organización territorial. Sin embargo, en el caso de Telemadrid, el factor de la externalización se produce de manera inversa. “Venimos de un proceso contrario al que está pasando en otras televisiones. Nosotros en el 2013 vivimos un ERE y habíamos vivido una estandarización total de la producción, entonces veníamos de un proceso de internalización de los procesos de producción”, comenta Rodera. 

No obstante, añade que el origen de esta situación se remonta bastantes años atrás, concretamente en 2004, cuando Esperanza Aguirre llega a la presidencia de la Comunidad de Madrid. “Tenemos fecha clave y es cuando llega Aguirre a la presidencia. Y ahora más reciente cuando llegó Ayuso al poder, se deshacen de José Pablo -actual presidente de la Corporación de Radio Televisión Española- y nos vuelven a meter al mismo director general que fue el que puso Aguirre -José Antonio Sánchez-”.

Las tertulias, espacio abierto para el insulto 

“Aquí se insulta al presidente del Gobierno y a los ministros diariamente”, son las palabras de Rodera al referirse a la evidente injerencia política en los espacios de tertulia de Telemadrid. Unos contenidos donde llevan tiempo batallando para que esto disminuya. “Mandamos muchos escritos por el comportamiento que tienen los tertulianos, el insulto. Entendemos que puede haber una diferencia política, pero no es llegar al insulto”, señala. 

Sobre ello, asegura que “los tertulianos que vienen, se desatan”. “Parece que vienen aquí a desatarse. Saben a dónde vienen y a qué vienen”. Pese a ello, las respuestas, aunque las hay, muy lejos quedan todavía de tener efectos reales en el comportamiento de los tertulianos y en los contenidos que se producen. “A los trabajadores que fueron injustamente despedidos en el 2013 y que con esfuerzo se consiguió que retomaran su puesto, les cuesta denunciar por el miedo de pasar por lo mismo. Por ello, intentamos denunciar con escritos a la dirección para decir que por ahí no es, porque no tenemos más herramientas”, concluye.