"Estoy indignada y sorprendida con esta escalada de agresiones homófonas. ¡Hay que cortarlo de raíz ya!", con estas dieciséis palabras y un error garrafal a la hora de hablar de las agresiones homófobas, Carmen Lomana ha querido condenar la brutal agresión que sufría un joven de 20 años en el barrio de Malasaña el pasado domingo.

Sin embargo, lo que parecía un gesto con el colectivo se ha acabado volviendo en contra por el vínculo que tuvo la empresaria con Vox, el partido al que las asociaciones responsabilizan de la escalada de violencia contra las minorías como la LGTB.

Un usuario rescataba un vídeo de la televisiva en una tertulia de 'Espejo Público' en la que hablaba de cómo había aceptado ser la número tres del partido ultra al Senado por Madrid.

"Tú fuiste número tres de Vox para el Senado en Madrid", le decía Susanna Griso. "Claro", decía ella. "No me ficharon. Eso fue diferente. Yo sabía que nunca iba a ser senadora y fui como un favor un día en una merienda en casa de Rocío Monasterio y de su marido, de Iván", argumenta sobre cómo se produjo la oferta.

"Me invitaron a merendar y me dijeron, 'oye, por qué no te presentas a senadora, porque estamos...' La verdad es que nadie sabía nada de ellos", admitía en aquel momento Lomana.

"Si les pude dar visibilidad..."

Por ello, acabó aceptando. "En Twitter, cuando salió la noticia de que iba con ellos, como independiente siempre, fueron Treding Topic tres días. Todo el mundo preguntaba que qué era eso de Vox. Si les pude dar en ese momento un poquito de visibilidad, pues muy bien", reconocía.

"Yo sabía que presentándome por Madrid nunca iba a ser senadora. A lo mejor por una circunscripción más pequeña, con los votos que tuve, que me pareció un milagro que tuviera tantos votos, pues a lo mejor. Pero es que no era mi intención", decía zanjando el tema.