El concurso Saber y ganar del pasado domingo 29 de septiembre dejó un gesto inesperado que no ha pasado desapercibido para los espectadores. Manel, uno de los concursantes habituales del programa, utilizó su indumentaria para rendir homenaje a las víctimas de la pandemia en las residencias de ancianos de la Comunidad de Madrid. Lo hizo a través de una camiseta negra con una inscripción que hacía referencia a una controvertida cifra: 7291, el número de mayores fallecidos en estas residencias durante la crisis sanitaria.
Este número hace referencia a una cifra escalofriante: los 7,291 ancianos fallecidos en residencias de la Comunidad de Madrid durante la pandemia de COVID-19. La gestión de estas muertes ha sido objeto de crítica desde hace tiempo, especialmente por las decisiones del gobierno de Isabel Díaz Ayuso en relación con los protocolos que, según varios informes, impidieron trasladar a los mayores a hospitales si no contaban con un seguro médico privado.
Manel, quien ha aparecido en diversas ocasiones en los especiales por equipos del programa de La 2, decidió rendir un tributo silencioso a estas víctimas al vestir esta camiseta durante toda la emisión. Aunque no hubo mención explícita sobre su mensaje por parte del programa o de los conductores, el simbólico número estuvo presente en cada aparición del concursante en pantalla, generando un debate que pronto se trasladó a las redes sociales.
En plataformas como Twitter, los espectadores comenzaron a comentar y compartir imágenes de Manel con la camiseta, aplaudiendo su gesto y recordando las trágicas consecuencias de la pandemia en las residencias de ancianos. Muchos usuarios destacaron la importancia de visibilizar este tema, a pesar de la falta de referencia en el propio programa.
Ayuso sigue en el foco por las muertes en las residencias
La gestión de las residencias de ancianos durante la pandemia ha sido uno de los temas más controvertidos en la administración de Ayuso. Desde el inicio de la crisis sanitaria, la presidenta ha enfrentado numerosas críticas y denuncias por la forma en que se manejó la situación en estos centros. Durante los primeros meses de la pandemia, se implementaron protocolos que, según los críticos, impidieron el traslado de ancianos enfermos de COVID-19 a hospitales, lo que resultó en un alto número de fallecimientos en las residencias.
Ayuso ha defendido en múltiples ocasiones su gestión, argumentando que las decisiones se tomaron en un contexto de extrema presión y con el objetivo de proteger al mayor número de personas posible. En una declaración ante la Asamblea de Madrid, Ayuso afirmó que "cuando una persona mayor estaba gravemente enferma, con el COVID, con la carga viral que había entonces, no se salvaba en ningún sitio". Sin embargo, estas declaraciones no han logrado apaciguar las críticas.
Las denuncias contra Ayuso y su equipo han sido numerosas. Hasta la fecha, se han archivado más de 25 querellas relacionadas con la gestión de las residencias durante la pandemia. En muchos casos, los jueces han concluido que no se puede establecer una conexión directa entre las decisiones administrativas y los fallecimientos, argumentando que los hospitales estaban colapsados y que, incluso si los ancianos hubieran sido trasladados, no se habría garantizado su supervivencia.
A pesar de los archivos judiciales, la polémica sigue viva en el ámbito político y social. Los familiares de los fallecidos y diversas organizaciones han continuado denunciando lo que consideran una gestión negligente y falta de humanidad. Manuela Bergerot, de Más Madrid, ha sido una de las voces más críticas, afirmando que los "protocolos de la vergüenza" condenaron a morir a "miles de mayores sin ir al hospital".