Leticia Sabater se ha convertido en uno de los rostros mediáticos más polifacéticos y reconocibles desde su debut en televisión en 1986. La catalana comenzaba su carrera ligada a los programas infantiles y tras su paso por distintas cadenas, ahora ha decidido centrarse en su faceta como cantante. Sabater visitaba por primera vez el plató de El Hormiguero este lunes 24 de junio, dejando algunos momentos muy locos.
La cantante se sentaba con Pablo Motos para presentar su nueva gira por la geografía española: Bailando en mi fiesta 2024. Hija de Jorge Sabater de Sabatés y María del Carmen Alonso, la de Barcelona contó que, desde muy pequeña, tuvo claro que quería convertirse en artista. Este deseo le acarreó muchos disgustos con su familia, ya que, tal y como ella misma contó en Y ahora, Sonsoles, su padre no la apoyó. Sin embargo, la entrevista no estuvo acompañada de este tono sobrio.
Gritando su "miau, miau", la expresentadora entraba dando saltos al plató, tirándose al suelo si hacía falta y con Pablo Motos agarrándola, de milagro, en brazos. Todo por el show, fue la premisa que acompañó a su aparición en el formato de Atresmedia. "¡Vaya energía!", se sorprendían las hormigas. "Me tenías que haber avisado de que te ibas a echar encima", se reía el valencano antes de que Sabater aclarara que "era sopresa".
Leticia Sabater explicaba que cada uno de sus conciertos dura en torno a una hora y media y que su repertorio es apto par todos los públicos. Mientras, la cantante sorprendía al presentador, que intentaba controlar el terremoto de energía desde el arranque, con una gorra de policía, haciendo referencia a uno de sus últimos temas: Mr. Policeman. La catalana no estaba dispuesta a darle tregua a Motos y, acto seguido, decidía subirse a la mesa después de gritar: "¡Que levante la mano quién no se ha criado en mis pechos!".
Leticia cantó un rap, animó al público y hasta saltó, todo ello encima de la mesa: "Todos con El Hormiguero, el programa más famoso del mundo entero. Con Pablo Motos mandando… ¡y el público animando y saltando! ¡Todos arriba, arriba!", gritaba, con una de sus canciones de fondo. El de Requena no daba crédito a la energía de su invitada y, temeroso por lo que pudiera ocurrir, le advertía: "Leticia, que la mesa no aguanta". "Yo creo que hay que cambiar la mesa ya. La mesa tiene el mínimo espacio para que quepan debajo las hormigas", decía el presentador.
Incluso Jorge Salvador, director del programa, intervenía en escena sin que nadie lo esperase: "No, perdona. En muchos programas de televisión la gente sube a la mesa, pero es que aquí hay unas hormigas dentro…", decía. "He visto mi vida pasar", bromeaban las célebres hormigas.
El presentador decidió adentrarse un poco más en el halo de surrealismo que estaba rodeando a la entrevista y le preguntó sobre la himenoplastia a la que se sometió hace años, es decir, una operación para reconstruir el himen. "Yo tenía un problema, que no me entraban cuando eran muy grandes", desvelaba Sabater. "Yo ya he dejado a varios (novios) por tenerla muy grande. Tuve que ir ahí porque si un tío me encanta no puedes porque te destroza. Ahora todos los artefactos viriles me caben", decía sin miramientos.
Motos intentó que la cosa no se fuese de madre aunque con tan solo con diez minutos de entrevista transcurridos afirmaba: "Tengo la sensación de que el programa se me ha ido de las manos". Por su parte, ella estuvo pletórica durante todo el encuentro, porque "quien no está en El Hormiguero no está en el medio".
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