Aitor Albizua, el presentador de Cifras y Letras, ha concedido una entrevista a El País comentando sus últimos datos de éxito con el programa que se emite en La 2, algo que se resume en el gran momento profesional que está viviendo actualmente. Además, Albizua ha dado su opinión sobre cómo observa la competencia, dos programas que arrasan en el tramo de access prime time.
El éxito de 'Cifras y Letras'
Cifras y Letras está en su mejor momento en la pequeña pantalla. Este lunes, anotó su segundo registro histórico más alto de espectadores, alcanzando un gran 5,5% de cuota de pantalla y una media de 755.000 espectadores, captando a 1.308.000 espectadores únicos. Estos datos reafirman que el comunicador vasco está cautivando a una audiencia cada vez más dividida, teniendo en cuenta la gran diversificación de la parrilla televisiva.
En su entrevista a El País, el presentador reconoce que no se esperaba que el concurso fuera a ir tan bien, así lo comenta: “Yo venía de una cancelación anterior dentro de TVE y estaba un poco mosca. Y me parecía arriesgado recuperar un formato ya conocido como es Cifras y Letras. Podía salir bien o podía salir mal. Ahora, muchas familias, jóvenes y mayores lo ven antes de meterse en la cama”, asegura orgulloso del concurso familiar que presenta.
Contradiciendo el mito de que la cultura no funciona en televisión, Cifras y Letras ha venido a demostrar que es todo lo contrario. Además, no es el único formato que se dedica a este registro más dedicado a la formación de los espectadores, él lo deja claro: “Ahora hay muchos concursos culturales. Está Saber y ganar, con Jordi Hurtado; está Pasapalabra; está Reacción en cadena; está El cazador…”. Sin embargo, Albizua destaca su programa frente al resto: “Nosotros nos diferenciamos porque Cifras y Letras es un programa sin muchas florituras. Es media hora de puro juego. No queríamos ser pedantes o parecer un programa de alta cultura”. El presentador reafirma que el objetivo del formato era popularizarlo y atraer al público para que fuera a jugar, y así está sucediendo.
Su reflexión sobre su competencia en televisión
Respecto a su competencia con La Revuelta y El Hormiguero, él hace uso de la humildad que le caracteriza y es honesto, así expresa lo que siente al ser el tercero en discordia: “Me alegra estar al margen de ese duelo. Al final, en ese duelo nosotros somos el amigo sujeta velas”. Entre risas, admite que se enfrenta a dos titanes de la televisión actual. Con todo ello, él ensalza el buen momento que vive la televisión pública, así lo describe: “Estamos en un momento de transición, de probar cosas nuevas. No soy un presentador perfecto, con una belleza o una dicción perfectas. Soy el ejemplo de que algo está cambiando. La naturalidad es algo que poco a poco se va imponiendo y muchos nos estamos aprovechando de ello”.
La naturalidad triunfa en la pequeña pantalla
El comunicador vasco cree que el factor clave en el éxito en televisión está en la naturalidad y en rehuir de lo impostado. Siguiendo esta narrativa, el periodista de El País le comentaba: “También es un referente para los jóvenes gais. Hasta no hace mucho no había presentadores abiertamente gais en la tele”. Algo sobre lo que reflexiona el presentador y asegura que está muy orgulloso de serlo: “No naturalizar mi sexualidad en la tele me habría parecido un paso atrás, como volver a meterme en un armario. Mostrarme tal y como soy es básico, aunque eso pueda acarrear comentarios homófobos. Pero tenemos que estar por encima de eso”, sentencia muy contundente.
