Desde el programa de la Cadena SER, La Vida Moderna, se lleva meses anunciando que, dependiendo del resultado del Estudio General de Medios (EGM) del 27 de noviembre, se podría dar por finalizado su emisión. A pesar del indudable éxito del formato, refrendado en redes sociales, reproducciones en YouTube y descargas en podcast, tanto David Broncano como Ignatius Farray y Quequé habían dejado claro que si el Estudio General de Medios mostraba menos de 89.000 oyentes diarios, no habría más programa. "En unos días sabremos si el programa sigue, como deseamos, o si presentamos nuestra dimisión", dijo Broncano.

Y, ¡qué calvario!, el EGM ha hablado. La Vida Moderna ha dejado 51.000 oyentes diarios, el peor dato de la historia. De hecho, comparando la muestra con la de hace cinco meses, el programa de humor sufre una caída del 42%, perdiendo 18.000 oyentes.

La Cadena SER decidió pasar la emisión de La Vida Moderna a la franja de las 4:00 de la mañana, un horario extraño teniendo en cuenta el gran éxito del programa. Quizás, el movimiento de Broncano y compañía sea una medida de presión para pasar a un horario en el que tuvieran más oyentes. O quizás no, y estemos ante el final de uno de los mejores programas de humor de la historia de la radio. En su cuenta de Twitter ya han anunciado lo siguiente: "Nos vamos al INEM". ¿Será todo un troleo?