El programa En boca de todos se ha desplazado hasta Alicante para denunciar algo completamente surrealista. Un vecino ha decidido instalar una puerta ilegal para impedir el acceso a una playa contigua, concretamente, una cala ubicada en Cabo de la Huerta. Ha sido la reportera Laura Luengo la encargada de pulsar la opinión de uno de los denunciantes este mismo lunes, 13 de agosto.
Juan Pablo Serra compartió un vídeo en redes sociales que terminó por viralizarse: en las imágenes se podía ver un camino con unas escaleras que desembocaba en una de las calas. Sin embargo, durante la conexión de En boca de todos, una puerta de gran envergadura les ha impedido el paso.
A continuación, el denunciante ha comparecido frente a los micrófonos del espacio matinal de Cuatro para explicar que los vecinos llegaron a denunciar hasta en dos ocasiones. "La Policía le dijo que quitase la puerta, pero al poco tiempo volvió a cerrarla", ha asegurado en riguroso directo. Asimismo, Juan Pablo Serra ha asegurado que los agentes le sugirieron que se volviesen a poner en marcha acciones legales.
Todos ellos hicieron una consulta en el Catastro para confirmar que ese camino hacia la playa "no solo es una vía pública, sino que no tiene ningún obstáculo". Sin embargo, esta surrealista denuncia ha contado con una doble lectura por parte del entrevistado: "Es un modelo de especulación urbanística, […] cogen el suelo que es de todos y lo privatizan".
Lo más curioso de esta particular historia tiene que ver con la fecha en la que se instaló la puerta de la discordia: apareció "en el año 2016", sin que se produjese además disputa alguna entre vecinos.
¿Quién es el vecino que ha instalado la puerta en la playa?
A juzgar por las imágenes emitidas en el programa En boca de todos, la playa en cuestión se encuentra cercada por varias casas. Precisamente por ese motivo, el Ayuntamiento decidió construir en el pasado ese camino para facilitar el acceso a los posibles bañistas; es decir, se trata de suelo público.
En ningún momento se ha mostrado la imagen de este vecino poco amigo de las normas; sin embargo, sí que se ha dado a entender su elevado poder adquisitivo. Y es que se han basado en las características del armazón que impide el paso a los bañistas.
Según el denunciante, solo tendría sentido que esta puerta la hubiese instalado la persona que vive "a la izquierda" del lugar donde se estaba produciendo la conexión en directo. Queda por ver cómo se resuelve este conflicto y si, finalmente, la denuncia de los vecinos se traduce en el respeto a la propiedad pública.