Cayetano Martínez de Irujo se sentaba en el sillón de 'Tarde AR' para mantener una íntima charla con Ana Rosa Quintana. Tras divagar brevemente sobre la "adicción" y la "droga moderna" de los jóvenes, las nuevas tecnologías, la conversación se reorientaba rápidamente hacia la infancia del aristócrata. Desde el comienzo de su discurso, el conde de Salvatierra mostró su descontento con la vida que le había tocado vivir desde muy pequeño, una "vida de boy scout" en las que les obligaban a tener todo ordenado y no podían quedarse a comer en el colegio. Además, el hijo de la Duquesa de Alba ha hablado también de su relación con su madre y sus hermanos, y ha dejado claro que no es tan bonita como puede parecer. "Nunca hemos tenido ningún lujo, no nos ha faltado nada, evidentemente", decía tras haber asegurado que nunca se ha "quejado" sino que "solo" dice la "verdad".

El aristócrata se sinceraba con la presentadora sobre la relación que mantenía con su madre y dejaba entrever los celos que despertaba en él su hermana Eugenia: "Hasta que nació Eugenia teníamos más acercamiento, cuando nació Eugenia ya ella pasó a tener el protagonismo, lógicamente", decía en tono serio. Cayetano recalcaba el protagonismo de su hermana en la familia y afirmaba que fue "la niña esperada que todos hemos adorado": "ella estaba ahí en un pedestal y la hemos adorado todos: mis hermanos, mi madre y todo el mundo de la casa". La presentadora apenas necesitaba plantear preguntas, el conde de Salvatierra parecía dispuesto a abrirse en canal para contar todo aquello que le había faltado en su niñez. "Yo he tenido una carencia de familia unida y de madre. Yo se lo dije a mi madre con treinta y tantos años y supuso una tarde llorando. Ella no lo entendía, ella fue Duquesa de Alba más que madre y, luego, con Eugenia, sin embargo, todo lo contrario, la tenía con ella en todo momento". Aunque también ha reconocido que, con el paso de los años, fue "el hijo chico más querido" de su madre, así como "el escogido para llevar la casa durante los últimos cinco años". 

El aristócrata cargaba también contra las niñeras que los criaron a él y a sus hermanos pequeños: "Los 3 mayores tuvieron 'nannies' que les explicaban las cosas con un sentido, las nuestras ya fueron un despropósito total", confesaba. Martínez de Irujo narraba que él y su hermano Fernando se quedaron "en medio de ninguna parte" y fueron criado por "una austriaca que era muy mayor y desvariaba" y por una "española que nos trató muy mal". Martínez de Irujo ha reconocido, sin titubear, que ha tenido que asistir a psicólogos para superar los traumas de su infancia: "la soledad", "la falta de atención", "el no tener una familia unida", etc. 

Su no relación con Eugenia Martínez de Irujo

La relación entre los hijos de la Duquesa de Alba ya pareció tambalearse cuando Cayetano publicaba sus memorias en el año 2019 y ahora, años después, el autor del libro ha querido expresarse: "No las han leído ninguno, se han movido por lo que les han contado. Salieron los titulares, el sensacionalismo...", decía. Además, el aristócrata dejaba muy claro que no pensaba callarse por lo que pudieran pensar o decir sus hermanos: "¿Yo voy a tener que contar con ellos para hablar de mi vida? ¿Para gestionar mi vida? ¡Solo faltaba!", decía entre risas.

El invitado también fue muy sincero con respecto al momento en el que se encuentra su relación con su hermana pequeña, Eugenia Martínez de Irujo: "Hemos pasado por varias etapas. Ahora yo estoy pendiente de tener una conversación a fondo con ella para empezar de cero, una nueva relación", aclaraba. El conde de Salvatierra aseguraba que ella ya no le "necesita" porque "está contenta con su vida, feliz" y que, tras la muerte de su madre, "se ha unido a otros hermanos y ha prescindido de mí".