La polémica que levanta la serie documental 'Rocío, contar la verdad para seguir vida' no deja de dejar víctimas colaterales. Tras la emisión del último capítulo, centrado en la muerte de su madre, Amador Mohedano ha sido una de las personas protagonistas por motivos nada positivos. De hecho, en un momento determinado de episodio, Rocío Carrasco llegó a hablar de su parentesco: “Por desgracia es mi familia”.

Las palabras no han sentado bien en Chipiona, lugar de residencia de Amador Mohedano. Hasta allí se desplazaba un equipo de ‘Sálvame’ que ha conseguido hablar con el aludido. Ataviado con su característico sombrero y con mucha tranquilidad, el hermano de Rocío Jurado ha asegurado no tener ningún miedo a lo que pueda decir su sobrina.

Ante una posible demanda de Rocío Carrasco, Mohedano aseguraba no tener miedo: “Si la pone, que la ponga”. Así, confesaba no haber sido consciente en ningún momento de las agresiones que su sobrina relata haber sufrido por parte de Antonio David Flores. “Ni yo ni mi hermana Gloria ni el entorno más cercano. Porque si llego a saber eso, reacciono de otra forma, me cojo, me voy a buscarla y me la traigo”, decía ante las cámaras.

Además, ha explicado que será cauto al hablar de su sobrina. “Esperaré a que termine todo. Me estoy haciendo un guión, cuando llegue el momento de hablar o documentar algo lo haré”, avisaba visiblemente molesto.