El Gran Wyoming ha pedido responsabilidad en la celebración de las fiestas navideñas, que "no son tan importantes", según ha recalcado en El Intermedio, como evitar los contagios de coronavirus. "Ya que ninguna autoridad se atreve a decirlo, me toca a mí", afirmó contundente el presentador.

"¿Son las navidades unas fechas entrañables? Sin duda. ¿Apetecen más que nunca después del año que hemos pasado? Desde luego. Pero, ¿deben condicionar toda nuestra vida? Pues no, salvo que seas un niño de San Ildefonso, actor en un Belén viviente o Abel Caballero", dijo el presentador de laSexta. 

"El resto de los humanos", continuó Wyoming, "debemos plantearnos renunciar a todo lo que implica un riesgo, porque estamos en condiciones muy desfavorables. Perder estas navidades puede garantizar que celebremos muchas más con nuestros seres queridos". Y es que, a su juicio, "si no nos lo tomamos en serio y no adoptamos las medidas de seguridad, quien más disfrutará realmente de las navidades 2020 será él", señaló en relación del coronavirus. 

Wyoming apeló a "la responsabilidad"

"Celebrar en 2020 una Navidad como las demás tiene menos sentido que meterse un polvorón en la boca y decir Pamplona", añadió el presentador, que llamó a la responsabilidad" de los españoles en estos días señalados. También a esos "que año tras año nos han amargado la vida" con sus críticas hacia la Navidad: "¿Dónde estáis ahora? Erais millones?". 

Wyoming dedicó unas palabras a nuestros políticos, a los que este año "les toca ser el Grinch". "No puede ser que descarguen toda la responsabilidad en los ciudadanos planteando medidas mucho más laxas que en los países de nuestro entorno", criticó el presentador, que lanzó una petición a los dirigentes de todo el país aun sabiendo que "no es fácil y que es una decisión altamente impopular".

"Es por un bien común", recordó Wyoming, que añadió: "Lo dijo la gran pensadora de nuestro tiempo: podemos perder unas navidades, pero no pasa nada, es mejor eso que morirse", concluyó en alusión a esta reflexión viral que lanzó una niña ante las cámaras de la autonómica À Punt.