La estatua de Federico García Lorca situada en la Alameda de Santiago de Compostela amanecía este domingo con una pintada. Se trata de un acto vandálico sobre el cual la Policía Local ya está realizando un informe, según asegura el Ayuntamiento.

Tras conocerse lo ocurrido, el Consistorio ha emitido un comunicado en el que "condena y rechaza" las pintadas realizadas en este monumento situado en las escaleras del Paseo da Ferradura.

En la tarde del mismo domingo, una restauradora se ha acercado hasta la Alameda para intentar limpiar esta estatua que fue inaugurada el 25 de octubre de 2020, coincidiendo con la celebración del Día de Federico García Lorca en Galicia.  Esta obra, esculpida por Álvaro de la Vega, ha aparecido con un símbolo de color blanco sobre el pecho que probablemente ha sido pintado de madrugada.

Esta obra, esculpida por Álvaro de la Vega, ha aparecido con un símbolo de color blanco sobre el pecho que probablemente ha sido pintado de madrugada.

Algunos partidos políticos han condenado de inmediato el ataque, entre ellos el PSOE, que ha publicado el siguiente comentario en su cuenta de Twitter:

Condenamos rotundamente el ataque que ha sufrido la estatua del poeta García Lorca en Santiago de Compostela. Actitudes intolerantes como esta no pueden tener cabida en nuestra sociedad. Ante el odio de algunos, los valores de Lorca: libertad e igualdad.”

 

“Maricón” y esvásticas junto a Lorca

No es la primera vez que vandalizan un monumento o algo referente al poeta. Hace poco más de dos meses dibujaban simbología nazi en el Centro Cultural Federico García Lorca de Rivas Vaciamadrid.

Asimismo, en octubre de 2020 la calle de Federico García Lorca Bellavista (Aljaraque) presentaba una pintada en la que podía leerse la palabra “maricón”, escrita con spray. El acto provocó una lluvia de críticas hacia el mismo y una oleada de apoyo hacia el escritor, fusilado por el franquismo, desde todos los sectores.

Hace algo más de tiempo –en 2018- pintaban una esvástica en la frente de la estatua de Lorca situada en un bulevar de Granada. Aunque hay que irse un poco más atrás en el tiempo para rescatar otros ejemplos, los monumentos al poeta español han sido vandalizados a lo largo de la historia de todas las formas posible por parte de grupos ultras, desde pintarlos de rojo a cortarles el dedo de un pie.