Parece que José Ricardo de Prada es el juez que molesta dentro del juicio del caso Gürtel. Quizás, el hecho de que sea el único magistrado progresista del procedimiento tiene mucho que ver.

Los abogados de los acusados en este macrocaso de corrupción están haciendo todo lo posible por conseguir su recusación y, en especial, la defensa del expopular Pablo Crespo, nada más y nada menos que el número dos de la trama corrupta y mano derecha de Francisco Correa.

Sólo hace tres días este diario contaba cómo era admitida a trámite el análisis de la recusación contra De Prada a una semana de que arranque el juicio. Ese mismo día advertíamos de que en los próximos días se iniciaría una campaña de desprestigio contra el magistrado. Pues bien, esa campaña ya ha arrancado.

La defensa de Crespo ha vuelto a mover ficha. En un escrito presentado en la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional alega que De Prada tiene que ser apartado del juicio porque pueden demostrar que es íntimo amigo de Baltasar Garzón, el juez que inició las investigaciones de la Gürtel y que fue inhabilitado.

Las supuestas pruebas

La derecha mediática atacó duramente al magistrado por haber acudido a Buenos Aires como ponente en una charla sobre la tortura organizada por FIBGAR, la Fundación Internacional Baltasar Garzón. Pronto dijeron que había cobrado por ello y, sólo un día después, el propio Garzón aclaró vía comunicado que De Prada había participado de forma gratuita.

Esta es la supuesta prueba que presenta la defensa de Crespo para afirmar que ambos son amigos: que De Prada trabajara gratis (un favor para una amigo) y que Garzón saliera en su defensa. En extensión, siguiendo su lógica, como son amigos, si se recusó a Garzón se debe hacer lo mismo con De Prada.

“D. Baltasar Garzón sale raudo, al día siguiente, en defensa de quien consideramos su amigo, para comunicar a la opinión pública que el sr. De Prada habría acudido a todos los actos, conferencias, congresos, etc… “pro bono” sin cobrar honorario alguno por sus intervenciones en los mismos”, aseguran en el escrito presentado al que ha tenido acceso ELPLURAL.COM. “Constituye una prueba evidente de la íntima amistad del exmagistrado y el Ilmo. Sr. De Prada”.

Y van más allá. “Si efectivamente De Prada no hubiera percibido honorarios, ello sería prueba aún más evidente de su relación de profunda amistad (…) pues estaría muy fuera de lo común”.

El supuesto interés de Garzón

No contentos con esto, la defensa del ex del PP asegura que “es evidente” que a Garzón le “interesa soberanamente” que De Prada sea uno de los magistrados que juzguen a los acusados por la Gürtel; o como ellos los definen, “quienes le interpusieron la querella que acabó con su condena por graves delitos cometidos”.

En otras palabras, se olvidan de que los que se sientan en el banquillo están acusados por corrupción y aseguran que lo que busca Garzón es que “un amigo” acabe el procedimiento que él empezó.