El martes dio el pistoletazo de salida el juicio a los líderes del procés. Un litigio que ha compartido su ‘apertura’ con el debate de los Presupuestos Generales del Estado y la cada vez más prominente sombra de la convocatoria electoral para el próximo 28 de abril. Una jornada política más que completa.

Tras la intervención en este albor del proceso de las defensas de los acusados, llega el momento de que el testigo lo coja la propia acusación popular. ¿Quién la conforma? Javier Ortega Smith y Pedro Fernández. O lo que es lo mismo, dos miembros de Vox, siendo uno de ellos la mano derecha del líder supremo de la ultraderecha, Santiago Abascal y conocido por, según él, estar en búsqueda y captura en Reino Unido por sus operaciones presuntamente ilegales contra Gibraltar.

Es el momento para que Ortega Smith se ponga sus mejores galas porque le toca lucirse para conseguir más propaganda electoral para el partido ultra. Pero Ortega Smith no nació de la mano de Vox ni ha adquirido fama desde aquel 7 de octubre del pasado año, cuando la extrema derecha atiborró las entrañas del Palacio de Vistalegre.

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El ‘Rambo’ español

La mano derecha de Santiago Abascal tiene un pasado más que curioso. Antes de que Vox fuera el eje del debate político, Ortega Smith copó algún que otro titular por la conocida ‘Operación Tarzán’. Una iniciativa que no se le ocurriría ni al mejor guionista de cine de acción, que tuvo al número dos de Vox como protagonista.

Ortega Smith junto a otros integrantes de la formación ultraderechista cuando esta se ubicaba en la contracultura política, dibujaron una operación para desplegar una bandera de España de unos 180 metros de largo en el Peñón de Gibraltar. El que otrora fuera boina verde realizó una inmersión a nado 'perfecta', digna de un Navy Seal.

En búsqueda y captura

Pero la ‘hazaña’ del Rambo español se engrandece no sólo cuando consigue entrar y salir del Peñón a nado, sino al evitar una orden de busca y captura emitida en 2013 después de coordinar otro operativo cuya finalidad se basaba en retirar uno de los bloques de hormigón que usa el Gobierno Gibraltareño.

De hecho, en una entrevista concedida al diario El Mundo tras la irrupción de Vox, Ortega Smith fue preguntado por este incidente y no hizo otra cosa que sacar pecho por estas operaciones que le sirvieron para ganarse el sobrenombre de Rambo en las redes.

"Teníamos calculado hasta el milímetro el tiempo, por dónde subir, cómo desplegar la bandera... Hubo mucha tensión. En ocho minutos tuvimos que bajar la montaña, donde alguno se cayó y casi se mata. Al que iba en coche le detuvieron, pero el resto logramos llegar hasta la playa", apunta, como si de una película de acción se tratase.

No obstante, lo más sorprendente de esta entrevista no es la efusividad con la que Ortega Smith cuenta su hazaña, sino que declara que cree que la orden de búsqueda y captura sigue vigente, aunque no está seguro. "Por si a caso", confiesa, "no ha pisado ni Inglaterra ni el Peñón. Si algún día quiero ir a Londres, hasta el último minuto voy a estar con la incertidumbre... lo que está claro es que les va a saltar la alarma en el ordenador". 

Lazos y pulseras

Pero la polémica persigue al otrora boina verde allá donde va. Esta vez la simbología gira en torno a su figura y a la de los letrados de los acusados en el juicio del procés. Y es que después de la controversia surgida a cargo de los lazos amarillos que los políticos catalanes querían lucir durante el litigio, Ortega Smith podría ser protagonista de otra.

Desde el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo se dictaminó que los acusados podían mostrar cualquier enseña ideológica en la sala del Tribunal Supremo por la que ya desfilan. Sin embargo, los que no pueden hacerlo son sus abogados. Para explicar esto hay que recurrir al artículo 37 del Estatuto General de la Abogacía en España.

Este precepto mantiene que “los abogados comparecerán ante los Tribunales vistiendo toga y potestativamente birrete, sin distintivo de ninguna clase salvo el colegial”. Por este motivo, la defensa de los políticos catalanes no podría lucir ningún tipo de simbología en la toga.

Sin embargo, tras conocerse que los abogados no pueden portar un lazo amarillo, muchos en redes han trasladado sus quejas por la pulsera con la bandera de España que luce Javier Ortega Smith. Sin embargo, según este texto, al tratarse de un complemento bajo la toga, no existiría ningún tipo de privilegio por portar este artículo.