El jefe de Gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, que ha declarado como testigo en la causa abierta contra el fiscal general del Estado, Álvaro García, por revelación de secretos ha vuelto al Alto Tribunal para "enseñar" su teléfono móvil a la letrada de la Administración de Justicia. Concretamente para cotejar la hora a la que se enviaron los mensajes a un grupo con medio centenar de periodistas aquel 13 de marzo. La petición la ha realizado la Abogacía del Estado, cuyos miembros habían solicitado el volcado del teléfono móvil del jefe de Gabinete. Sin embargo, las acusaciones populares han dicho que no porque "es demasiado invasivo".

Esto resulta chocante, ya que cuando vino a declarar, también como testigo, el otrora líder del PSOE madrileño, Juan Lobato, y también hubo un problema con el cotejo de las horas en las que se enviaron los mensajes y se le pidió el teléfono móvil, esas mismas acusaciones populares no vieron para nada invasivo que Lobato dejara el teléfono móvil a disposición del juzgado que instruye la causa.

La declaración

Esto ha sucedido tras haber declarado como testigo y ante los medios de comunicación que no fue él la persona que le pasó el correo electrónico entre el fiscal y el abogado de Alberto González Amador, novio de Ayuso, al periódico El Mundo y que fue el inicio de un bulo que, al día siguiente, provocó que la Fiscalía de Madrid emitiera una nota de prensa que ha terminado con el fiscal general del Estado, Álvaro García, investigado por revelación de secretos.

Rodríguez ha aseverado que tenía el correo desde 48 horas antes, y que después de que lo publicara El Mundo, y La Sexta saliera desmintiendo el bulo de El Mundo, él pasó el correo a un grupo de periodistas para "desmentir las mentiras de La Sexta", a lo que el periodista de ese medio le ha replicado diciendo que no era ninguna mentira pues había un correo anterior en el que era el letrado del novio de Ayuso el que reconocía que su cliente había cometido dos delitos fiscales, y pedía llegar a un acuerdo de conformidad. El jefe de Gabinete de Ayuso ha titubeado, ya que no quería admitir delante de las cámaras que se agolpaban a su alrededor que la información de La Sexta, no solo era correcta sino que desmentía lo publicado por El Mundo.

Además, también ha reconocido que fue el propio novio de la presidenta quien le pasó la copia del correo, y que obviamente cuando él lo difundió en un grupo de mensajería móvil con medio centenar de periodistas lo hizo "con permiso". Eso sí, no ha dicho si ese permiso se lo dio Alberto González Amador o la propia Isabel Díaz Ayuso.