Un trabajo combinado de la policía sueca y española derivó en 2021 en el desmantelamiento de una presunta organización criminal dedicada al narcotráfico entre Andalucía y Suecia. Concretamente, el tráfico mayoritario era de marihuana y hachís, y entre los salpicados de aquella investigación estaba Lars Gunnar Broberg, marido de la alcaldesa de Marbella y senadora del Partido Popular, Ángeles Muñoz, a quien el juez Manuel García Castellón propuso juzgar.

Sin embargo, estas diligencias, tal y como recoge elDiario.es, fueron paralizadas por el mal estado físico de Gunnar Broberg, pese a que la propia Fiscalía le imputa un delito de pertenencia activa y blanqueo de capitales relacionado con esta red de tráfico de drogas. Estos delitos podrían suponer hasta 14 años de cárcel para el marido de la popular Ángeles Muñoz.

El empresario sueco de 80 años no es el único miembro de la familia relacionado con la red de drogas. Su hijastro, Joakim Peter Broberg, es uno de los señalados por la policía como uno de los presuntos cabecillas, tal y como destaca el medio previamente mencionado, por lo que fue detenido en Brasil de forma paralela a que su padre fuese arrestado en Marbella.

El auto, al que ha tenido acceso elDiario.es, es claro: “De la instrucción concluida al momento histórico procesal y en grado de seria probabilidad, se concluye que nos encontramos ante una organización criminal liderada por ciudadanos de nacionalidad sueca asentados en España con miembros de nacionalidad alemana y polaca”.

Sobre el hijo, el auto especifica que “ejerce de jefe y se encarga de mantener contacto con los proveedores y los clientes” de la red, manejando así los hilos de “una estructura compleja en la que pueden reconocerse relaciones de jerarquía y disciplina, en la que Joakim Broberg [hijo de Lars e hijastro de la alcaldesa] ejerce de jefe, ostentando un lugar preponderante”. 

Buenas relaciones con la administración

El auto no olvida las buenas relaciones del clan sueco con la administración pública dentro de su exitoso negocio en el mercado inmobiliario. Concretamente, García Castellón indica que el hijo tiene grandes “contactos” con la administración local, lo que le permite agendar reuniones constantes con “personas que desempeñan funciones públicas, o ejerce influencia sobre determinados funcionarios para obtener informaciones necesarias en el marco de sus actividades delictivas”.

El padre, además, y siempre bajo la batuta de su hijo -cabecilla de la red- es señalado por tratar de desviar la atención del rastro del dinero a través de la creación de empresas pantalla o la compra de fincas para blanquear el dinero.