Un juez de Madrid ha decidido procesar al humorista Héctor de Miguel, conocido anteriormente como Quequé, por unas polémicas declaraciones realizadas en el programa Hora Veintipico de la Cadena SER. Durante una emisión especial llamada Hora Festipico, Quequé bromeó sobre "llenar de dinamita" la cruz del Valle de los Caídos para, con los restos, lanzar piedras a sacerdotes pedófilos. Esta declaración ha sido interpretada por el magistrado Carlos Valle como un posible delito de odio contra los católicos. La Fiscalía y la asociación de Abogados Cristianos, que presentó la denuncia, deberán ahora decidir si el humorista debe enfrentarse a juicio.
Las declaraciones que han generado la controversia fueron realizadas en junio del año pasado. Quequé, en su monólogo de apertura del programa, afirmó: "Toda esta gente que estamos aquí tenemos un deseo, que es llenar de dinamita la cruz del Valle de los Caídos y volarla por los aires. Si puede ser un domingo, mejor, para que vaya más gente". Posteriormente, añadió que los pedazos de la cruz serían lanzados "a los curas que se hayan follado a algún niño, o sea, a todos", haciendo una referencia crítica a los casos de abuso sexual en la Iglesia y a la práctica de acosar a mujeres que acuden a clínicas de aborto.
El juez Carlos Valle considera que estas afirmaciones no constituyen humor sarcástico, sino que pueden incitar al odio y la hostilidad contra un colectivo religioso. El magistrado destaca que las palabras del humorista fueron emitidas en un programa con una audiencia significativa en la Cadena SER, lo que amplifica su impacto. En el auto judicial al que ha tenido acceso elDiario.es, el juez subraya que las expresiones de Quequé son "ofensivas" y suponen una acusación grave y generalizada hacia los sacerdotes, promoviendo indirectamente la agresión hacia ellos.
"Imputación gratuita, mendaz y ofensiva"
Además, el juez argumenta que acusar de manera general a todos los curas de abusos sexuales constituye una imputación "gratuita, mendaz y ofensiva". En su análisis, concluye que el discurso del humorista podría fomentar sentimientos de odio o animadversión hacia el colectivo religioso al que se refería por razones relacionadas con sus creencias. Para el magistrado, esto implica una vulneración de valores constitucionales como la convivencia pacífica, la dignidad humana y la no discriminación.
El auto emitido por Carlos Valle forma parte de un procedimiento abreviado previo a la posible apertura de juicio oral. La defensa del humorista ya ha presentado un recurso para impugnar la decisión, aunque la asociación de Abogados Cristianos ha rechazado dicho recurso. Tanto esta organización como la Fiscalía tienen un plazo de diez días para manifestar si consideran necesario que el caso continúe en juicio o, por el contrario, debe archivarse. Se espera que Abogados Cristianos, por su parte, insista en que el caso siga adelante.
Esta no es la primera vez que el juez Valle procesa a una figura pública por declaraciones similares. Anteriormente, Pablo Echenique, exdiputado de Podemos, fue procesado tras publicar un tuit que afirmaba que "es mucho más probable que un sacerdote cometa un delito de agresión sexual contra menores de edad que delinca una persona migrante". En ambos casos, las denuncias fueron impulsadas por Abogados Cristianos, una organización que se ha hecho conocida por sus acciones legales en defensa de los valores católicos.