El juez Baltasar Garzón no cree que 2012 haya sido un mal año para él pese a la sentencia de las escuchas de la Gürtel que le condenó a 11 años de inhabilitación y acabó con su carrera como juez. No era la única causa abierta contra él, aunque en las otras dos, la del franquismo y la de los cursos en Nueva York salió mejor parado, ambos casos dejaron en la opinión pública la sensación de que era objeto de toda una persecución. Anoche fue entrevistado en el programa Salvados de Jordi Évole, en la Sexta, y habló sin pelos en la lengua del acoso judicial que ha sufrido.

Él lo tiene muy claro: “Fue una condena política sin lugar a dudas. No había argumentos para juzgarme ni para condenarme”. En su opinión, los jueces del Supremo “saben que todo fue una ceremonia para que una persona dejar de ser juez” y en un estado democrático “es muy grave”.

Ahora se dedica a trabajar por los derechos humanos y la lucha contra la corrupción y el crimen organizado a través de la Fundación Internacional Baltasar Garzón (Fibgar) y colabora asesorando en materia de justicia con países como Colombia, México o Argentina.

"Yo no cometí prevaricación. Lo saben ellos, lo sé yo, lo sabemos todos”, añade. Ante la paradoja de que el juez que persiguió la Gürtel se haya convertido en el primer condenado en firme por esta causa asegura que su condena fue una "aberración". "Sobre todo porque lo que yo hice fue ratificado por el siguiente juez", sentencia.

 

“El poder político busca gente de encefalograma plano para controlarles”
El exmagistrado cree que su inhabilitación es un “ataque a la esencia de la justicia" y a la independencia judicial. Recuerda que el PP, después de haber estado 10 años "celebrando la independencia del juez Garzón", pidió su recusación del caso caso Gürtel por ser socialista. Si lo que dice Rajoy, comenta, es que un juez con determinadas ideas no puede ser juez “hay que buscar gente de encefalograma plano para que desde el poder político se les controle y se les dirija”

Asegura no arrepentirse de las fotos con el entonces ministro de Justicia, Mariano Bermejo, participando en una cacería. "Cualquier ministro de Justicia no tiene ni idea de lo que se investiga en una causa judicial”. Recuerda que entre los altos cargos y políticos hay muchos aficionados a la caza y que grandes empresarios pagan cacerías. En gran medida “la escopeta nacional todavía sigue vigente”.

“Para mí, no tuvo nada que ver con la cacería que empezó a partir de ahí, donde se utilizaron todas la armas prohibidas habidas y por haber, hasta acabar con la pieza. Y acabaron”.

“La amnistía fiscal es vergonzosa, ilegal e inmoral”
El exjuez lamenta que la crisis la pagen los que menos culpa tienen. “La amnistía fiscal es vergonzosa, ilegal e inmoral ¿y qué pasa con la gente que se está muriendo de hambre?”, comenta.

Está convencido de que la justicia puede hacer algo más para que se eviten los 500 desahucios diarios, de hecho, “los jueces han tomado iniciativas”. Al mismo tiempo, considera que el decreto del Gobierno “no soluciona el problema”.

 

“La Justicia está llena de corruptelas que nadie se atreve a denunciar"
En la entrevista, en respuesta a las posible "corruptelas que nadie se atreve a denunciar", aseguró que hay muchos jueces que cobran en negro conferencias o las clases como preparadores de oposiciones. También criticó con dureza la "tradición legal" de participar en cursos pagados por bufetes de abogados, los mismos que representan a imputados en juicios en los que se participa.

Preguntado en concreto por el caso de los cursos de Nueva York, financiados por el Banco de Santander, es rotundo: "No era juez en ese momento y no recibí fondos ni los administré".


“Es el momento del acercamiento y diálogo con ETA”
Sobre el proceso de paz entre el Gobierno español y ETA, Baltasar Garzón asegura que la organización terrorista “no quiere volver a la lucha armada es un tiempo pasado, superado” y que “es el momento donde tiene que haber un acercamiento y un diálogo dentro del marco del Estado de derecho”.