El magistrado conservador Manuel Marchena será el nuevo presidente del Consejo General del Poder Judicial y, a la vez, del Tribunal Supremo, tras el pacto de PSOE y PP. A cambio, los socialistas consiguen una mayoría progresista, con 11 vocales, mientras que los populares se quedan con nueve.

Marchena dejará su actual responsabilidad como máximo responsable de la Sala de lo Penal y no presidirá ya los juicios a los líderes independentistas catalanes.

PSOE y Podemos, principal socio del Gobierno, no veían con satisfacción la elección de Marchena, un juez de marcado perfil conservador. Tras las duras negociaciones, los socialistas cedieron la presidencia del Poder Judicial a cambio de contar con una mayoría progresista en la que podrá consensuar con el partido morado los cuales vocales que reclaman.

Un magistrado con vínculos con el PP

A Manuel Marchena se le atribuyen relaciones acreditadas con altos cargos del PP y con los abogados del caso Gürtel​, además un largo historial de archivar causas contra los conservadores, desde el caso Palma Arena a la denuncia por malversación contra Rajoy por cargar los gastos de los cuidados de su padre a los presupuestos públicos.