La declaración de Álvaro Pérez, más conocido como 'el bigotes', en el juicio del caso Gürtel del contrato de Fitur, no ha defraudado y ha narrado con pelos y señales no solo su relación de amistad con el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, sino cómo por orden de éste se amañaron los contratos públicos para que recayeran en manos de la trama corrupta.

Así, y tras ponerle el vídeo de su boda, un emocionado Pérez, casi al borde de las lágrimas, ha dicho, con respecto a su relación de amistad: “Me parecería obsceno negar lo evidente. Yo sé que no puedo preguntar, pero me hago una pregunta cuando llevo seis años en la cárcel y 14 de causa. Pienso el día que entré en prisión. Yo no he visto a nadie que levante la mano y diga, chico no te conozco de nada. Estoy hablando con el corazón”. Y ha apostillado: “Era mucha gente lo que sabía mi relación con Camps, entiendo que haya gente que no quiera verse perjudicado. Entiendo que se quiera negar lo innegable, pero había mucha gente en Valencia que sabía cuál mi relación con Camps”.

En referencia a los contratos, ha explicado que, “el acuerdo se extendió a los contratos a lo largo de los años. Yo hice entre 2004 y 2009 once trabajos y había empresas que hacían 250, le pedía a Camps que me ayudara y él me ayudaba. A mí me tocaba lo más pequeño, lo peor. Hacía todos los eventos pero no me daban campañas institucionales. Yo lo pedía y me lo daban. Yo no entraba en el tema de los contratos porque no entendía, pero sí sé que estaba en medio y estaba informado -amaños-. Si había que intervenir en el pliego o buscar empresas para que facturaran no entraba ahí. Había funcionarios que no sabían quién éramos y les decían siéntate ahí y se sentaban, pero había funcionarios de alto rango que sí lo sabían porque me conocían”.

“El primer contacto que tengo con este contrato es en la sede del PP y tomamos contacto por los grandes proyectos. No vuelvo a tener relación hasta el 26 de julio que era mi cumpleaños y en la cena me pregunta Rambla si me han llamado para el stand de grandes proyectos, que estaba dentro de nuestro stand. Al día siguiente llamé a Camps y me dijo no te preocupes que te llamarán”. Camps lo sabía porque venía de Presidencia el stand. Eso iba en la agenda política de Camps y del PP desde el acto que se hizo en la sede.

Amiguito del alma

Cuando la fiscal Anticorrupción, Concepción Nicolás le ha puesto la famosa grabación donde Camps le llama ‘amiguito del alma’ y le dice ‘te quiero un huevo’, Pérez ha declarado: “Creo que es la primera vez que no digo yo una palabrota, la dice él. Le fui leal 15 años. Llevábamos varios años siendo amigos.  Tenía relación de amistad con la mujer de Camps. Hice una medallita con un lazo de raso para las hijas de los amigos”, explica con relación a un regalo que le dio a la mujer del expresidente para su hija.

Para acreditar la relación, se han puesto varias llamadas de Camps a Álvaro Pérez en la que le dice que llame a su mujer y en la que se escucha a el bigotes decir ‘para que veas lo que te debo’. O la llamada de la mujer de Camps en la que le dice que con su regalo “se ha pasado 20 pueblos” o que el regalo de la hija “le viene pequeño”.

Sobre otra de las escuchas, ha afirmado: “Con tenemos que hablar de lo nuestro afirma el bigotes que puede ser cualquiera de los proyectos porque hablábamos a menudo. Trataba de molestarle poco. Si podía tomarme tomar un café con Isabel aprovechaba y le decía que se lo comentara a Paco. Lo nuestro podía ser cualquier cosa que estuviéramos haciendo en ese momento. Comí un par de veces en Duna con los padres de Camps y les regalé unos revisteros”. En ese momento, Camps ha comenzado a hacer aspavientos en la sala mientras le decía a su letrado “di algo, di algo”.

Ha narrado que cuando la policía reventó la Gürtel le dijo a Pedro García que Camps, Ricardo Costa y Vicente Rambla estuvieran tranquilos porque no sabía lo que sé ahora. Jamás pensé que acabaría en la cárcel. Es muy difícil explicar lo que se siente en un día como ese. En otra grabación con Costa le dice que le diga al jefe, Camps, que estuviera tranquilo. Por último le han puesto una conversación con el exvicepresidente Vicente Rambla también trata de tranquilizarle, pero Pérez se echa a llorar por teléfono.