El 21 de marzo de este mismo año declararon en sede judicial las dos inspectoras de Hacienda que descubrieron el fraude fiscal cometido por Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en los ejercicios de 2020 y 2021. ElPlural.com ha accedido a las grabaciones de las testificales de ambas peritos de la Agencia Tributaria, Mercedes Urbano y Ana María Martínez López.
Si bien este jueves este periódico publicaba en exclusiva, junto a otros medios que compartían la información, un resumen de la extensa declaración de Mercedes Urbano -puede leer la información completa clicando sobre este enlace-, mucho más corta y rápida fue la intervención en sede judicial de su compañera Ana María Martínez, quien, sencillamente, había ejecutado un informe de delito fiscal que ratificaba lo expuesto por su compañera compartiendo síntesis y conclusiones.
Estas similitudes en su análisis -ambas sostienen que González Amador ha cometido dos delitos contra la Hacienda Pública al cometer fraude por cerca de 350.000 euros- provocaron, incluso, que las partes personadas en el juicio debatiesen si merecía la pena tomar declaración a ambas inspectoras por separado o conjuntamente. Finalmente, ante la discordancia de opinión, y de forma obligada, la jueza instructora del caso decidió que ambas ejecutasen su testifical de forma independiente.
Una decisión que, no obstante, a la vista de lo poco que duró la declaración de Ana María Martínez -cuatro minutos incluyendo las presentaciones y preguntas de rigor-, apenas provocó que la sala obtuviese información extra o separada de lo que ya había declarado Mercedes Urbano minutos antes de que Ana María Martínez fuese interrogada en calidad de testigo por los presentes.
Solo una pregunta derivó en que la inspectora, con una dilatada trayectoria a sus espaldas, se extendiese algo más de 20 segundos en el tiempo. El interrogante en cuestión fue si, como sostuvo en su informe, le parecía raro el precio pagado por Maxwell para adquirir la mercantil Masterman & Whitaker -499.535 euros-. Un montante muy superior al precio de mercado si solo atendemos a los volúmenes de facturación de la mercantil en esos momentos.
Martínez, preguntada por el motivo por el que en su informe había mostrado su extañeza por el sobreprecio de esa operación, señaló que se ciñó exclusivamente a hacer esa apreciación “a la vista de la declaración sobre el impuesto de sociedades, que refleja los datos de patrimonio de la mercantil Masterman”. No obstante, y despejando la polémica, la inspectora señaló que el volumen de facturación no es el único motivo por el cual la empresa de González Amador podía estar interesada en adquirir esta sociedad por medio millón de euros: “No es óbice para que las partes hubieran entendido que el precio se ajusta a mercado”, sentenció.