La agresión sexual sufrida por una de las concursantes de Gran Hermano Revolution llegará a juicio el próximo mes de febrero. Así, el concursante José María López se sentará en el banquillo como presunto autor de un delito de abusos sexuales por el que la Fiscalía solicita dos años y medio de prisión. Los hechos sucedieron durante una fiesta organizada por la productora del programa el 3 de noviembre de 2017. Según el escrito de acusación, “el programa suministró a los concursantes bebidas alcohólicas”. La víctima, Carlota Prado, que durante el trascurso de la fiesta había ingerido “escasos” alimentos, bebió al menos “cuatro chupitos de tequila, por lo que alcanzó un estado de embriaguez que fue acentuándose y evidenciándose a partir de la media noche”. 

Así, sobre la una y media de la madruga del día siguiente y, cuando ambos se encontraban en el dormitorio que ocupaban, José María López Pérez, “que ya se había desprendido de sus pantalones”, ayudó a la otra concursante a descalzarse y a introducirse en la cama que venían compartiendo, pues habían comenzado una relación 50 días antes. En ese momento, según afirma la Fiscalía, la joven conservaba puesta la “totalidad” de su vestimenta.

Acto seguido, el acusado se introdujo en la cama mientras que la joven permanecía en silencio “en posición decúbito supino y con los ojos cerrados, realizando movimientos lentos y pesados, debido a su estado”. José María López Pérez, “guiado por un ánimo libidinoso y a sabiendas del estado de seminconsciencia en que (…) se encontraba y aprovechándose de esta circunstancia, comenzó a realizar bajo el edredón movimientos de claro contenido sexual, pese a que (…) balbuceando débilmente, dijo “no puedo”. 

A continuación, el acusado apretó su cuerpo contra el de la joven “en aras de satisfacer su deseo sexual, pese a que ella hasta en dos ocasiones levantó la mano como queriendo decirle que parara”. Al mismo tiempo José María López Pérez pidió en varias ocasiones a la concursante que abriera los ojos, pero la víctima permaneció inmóvil. Cuando ya el acusado le preguntó cómo se encontraba, ella “sólo” acertó a responder que se quitara, “momento en que aquélla se giró quedando de espaldas al acusado”.

La Fiscalía, en su escrito, puso de manifiesto que José María López Pérez, tras cubrir a ambos con un edredón “continuó realizando tocamientos, frotamientos y movimientos de contenido netamente sexual, despojando a la víctima de su vestimenta, liberándole parcialmente de su ropa interior y desabrochándole el sujetador, pese a que ésta se encontraba ya en estado de inconsciencia”. Sobre las 1:40 horas la joven se destapó la cara y un brazo “dejando ver su estado inerte”, lo que motivó la intervención de uno de los miembros del programa encargado del visionado de la grabación, “quien hasta ese momento no estaba en condiciones de saber lo que estaba ocurriendo, dado que el acusado había utilizado el edredón para taparse tanto a él como a la víctima”. 

Las imágenes grabadas de estos hechos fueron exhibidas a la joven en la mañana siguiente, en una sala aislada, que se usa como el confesionario de 'Gran Hermano', “encontrándose ésta sola y sin más compañía que la voz en off del conocido como Súper, lo que provocó en ella un incremento del estado de desasosiego, trastorno y perturbación de ánimo que los hechos sufridos horas antes habían producido en ella”. Tras el visionado, la joven abandonó la casa y el presunto agresor fue expulsado. Será el próximo febrero, tal y como ha informado El Confidencial Digital cuando estos hechos vayan a juicio.