El pasado mes de julio su nombre acaparó todos los titulares: "Sonsoles Ónega deja Telecinco y ficha por Atresmedia". Su marcha de la cadena de Fuencarral supuso todo un terremoto en el ecosistema mediático. Sonsoles Ónega ponía fin a catorce años ligada a Telecinco, en donde pasó de reportera y cronista parlamentaria en los informativos de Pedro Piqueras a ser la nueva estrella de la cadena de la mano de Ya es mediodía.

Llamada por muchos -y a pesar de que ella lo niega a puerta cerrada- a ser la sucesora de Ana Rosa Quintana, la madrileña con raíces gallegas ha desembarcado en Atresmedia y se encuentra a horas de estrenar este lunes Y ahora Sonsoles. Tras mes y medio trabajando en el proyecto, la periodista capitanea al equipo que trae de vuelta el directo a las tardes de Antena 3 con el firme propósito de renovar las caras habituales y acercar nuevos rostros a la televisión.

PREGUNTA (P): ¿Cuál es la pregunta que más le han hecho?

RESPUESTA (R): Genera mucha expectación entre los compañeros mi salida de Telecinco. Lo entiendo perfectamente, soy periodista. También preguntan sobre las novedades que va a aportar el programa a las tardes de Antena 3. Entre eso anda el juego.

P: ¿No le molesta que se siga hablando de su marcha cuatro meses después?

R: Mi cambio de cadena generó mucha expectación y entiendo perfectamente que me pregunten por eso. Confieso que no pensé que fuera a generar tanto revuelo, error de cálculo, lo confieso. Sé que pasará y ya está.

P: Me repito en una de estas preguntas, ¿Cómo va a ser Y ahora Sonsoles?

R: Es un programa que abre una ventana de directo en Antena 3 después de muchos años con programación grabada. Es una apuesta por tener ese espacio de actualidad desde el entretenimiento. Conceptualmente es muy sencillo verbalizarlo o plasmarlo en un papel, pero no es fácil. Hemos estado mes y medio trabajando en la forma en la que vamos a contar las cosas en este programa.

La escenografía del programa es brutal, me encanta el plató que han construido para nosotros. Confirma la apuesta de Antena 3 por esta franja. Me emociono cada día que entro a plató para hacer pequeñas pruebas y ver que todo funciona.

El plató pretende ser, y ojalá lo consiga, una extensión del salón y las cocinas de las casas. Espero que consigamos entrar, fidelizar y que nos acompañen y nos respalden durante tanto tiempo como estemos en antena.

P: ¿No es complicado concentrar todo en una hora?

R: Una hora da para mucho. Mi experiencia en programas cortos te obliga a condensar todo mucho, equilibrar mucho los debates. Saco el látigo con mucha facilidad y les pido concisión, precisión y un ejercicio de ahorro verbal. En directo no cabe todo y una hora da para lo que da. A veces te quedas con cosas en el tintero que te quedan por contar. Es lo que nos han dado y lo vamos a exprimir al máximo, no nos va a sobrar un minuto.

Soy impulsiva, impaciente y nerviosa por naturaleza, pero estoy aprendiendo a domesticarlo

P: ¿Da más tranquilidad llevar trabajando y probando durante un mes y medio?

R: Hay que aclarar que no hemos estado mes y medio probando, pero sí trabajando en la redacción sobre papeles. Las pruebas reales de plató han sido en los últimos días porque el plató ha llevado su tiempo de construcción. ¿Da tranquilidad? Sí. Es una baza, la del tiempo, que Antena 3 desde su posición de liderazgo ahora mismo se puede permitir. No han tenido ninguna prisa ni me la han transmitido por estrenar, sino todo lo contrario: cuando estemos, saldremos. Esto se lleva mal con mi carácter porque soy impulsiva, impaciente y nerviosa por naturaleza, pero estoy aprendiendo a domesticarlo.

P: No ha querido romper ninguna redacción para formar al equipo de Y ahora Sonsoles.

R: Es importante porque cuesta mucho hacer equipos. Hay gente que quiere cambiar de trabajo y las puertas de este programa han estado abiertas. Por lo demás se ha intentado que la gente sean personas que en ese momento estaban en paro o a punto de terminar sus contratos en veranos o incluso a la que se ha esperado para que finalizaran sus contratos. El equipo está compuesto por personas de todas las cadenas nacionales, incluso autonómicas. Es un equipo muy diverso, con diferentes trayectorias que nos enriquecen muchísimo. Hemos hecho el equipo de la nada, cuando solo había un cuaderno en blanco.

P: ¿Qué aporta haber pisado la calle para presentar?

R: Todo, en especial a la hora de acompañar al reportero desde la mesa del plató. Tú tienes tus propias claves, que no tienen por qué ser las del compañero. Normalmente la noticia está a la espalda del reportero, lo estás viendo al revés de cómo lo ve él. Me gusta acompañarles en eso. Se enriquece la conexión en directo.

También tiene sus problemas. En las redacciones se pide el oro y el moro y luego no siempre se puede conseguir. También entiendo sus calamidades cuando pasan frío, cuando se mojan, cuando están en la nieve o en un suceso a cuarenta grados. Lo comprendo y me gusta que ellos sepan que entiendo las dificultades y la magia de la calle, que es algo que se nos olvida cuando pasamos frío, porque es muy bonita.

Reconozco que alguna vez me han dado ganas de decir al reportero 'quita, que voy yo mañana' en cosas que son chulas de contar o vivir acontecimientos históricos

P: ¿Prefiere la calle o el plató?

R: Ahora soy más de plató, pero porque es lo que me ha tocado vivir. Reconozco que alguna vez me han dado ganas de decir al reportero 'quita, que voy yo mañana' en cosas que son chulas de contar o vivir acontecimientos históricos. Eso solo te lo permite el periodismo. Estoy muy agradecida a la profesión que me ha permitido vivir acontecimientos como los tristísimos atentados del 11-M, el enjuiciamiento de aquellos hechos, la coronación de un rey, una moción de censura... Se lo debo al periodismo. De otra manera no hubiera podido vivirlo. El plató da una distancia, pero te permite contarlo y dar contexto y análisis. 

P: Lleva desde julio fuera de la pequeña pantalla ¿Cómo ve la actualidad?

R: Me da mucha vergüenza lo que está pasando con el CGPJ. Es una noticia que no me hubiera gustado contar, porque me habría tenido que morder la lengua. Estamos asistiendo a un momento delicado consecuencia de muchos años de empobrecimiento de la clase política y el discurso político.

Desde el punto de vista económico, el momento es difícil aderezado con la guerra de Ucrania que complica aún más las cosas. El mundo no está en un momento dulce. Veremos a ver qué pasa porque viene una temporada muy intensa.

P: ¿Para cuándo el siguiente libro?

R: El siguiente libro pacuandoesté, así, to junto. No tengo prisa por rematarlo. Está acabado porque me autoimpuse acabarlo al final de la temporada pasada. Tenía muchas ganas de escribir lo que he escrito, coincidió que empezó Ya son las ocho, pero dije que no quería acabar el proyecto que estaba en marcha. Soy un poco obsesiva, a pesar de que me he dado cuenta de que las prisas me han jugado una mala pasada. Tengo la novela en quirófano, abierta en canal y trabajando sobre ella, con lo cual el año que viene quizá.